¿Celebrar un divorcio? Sí, quiero

Cada vez es más habitual, sobre todo entre las mujeres, recibir este nuevo estado civil por todo lo alto.

Alicia Labaila y sus amigas, en su despedida de casada celebrada en Zaragoza.
Alicia Labaila y sus amigas, en su despedida de casada celebrada en Zaragoza.
Heraldo.es

Aunque tímidamente, cada vez resulta más sencillo toparse con una de estas celebraciones, denominadas por muchos ‘Despedidas de casado’ o ‘Celebraciones de divorcio’. Una nueva forma de darle la vuelta a una situación tradicionalmente muy traumática y dolorosa, que lo sigue siendo, pero de otra forma. “Vine a Zaragoza a celebrar el comienzo de mi nueva vida y la bienvenida a la soltería”, afirma Mónica, quien hace unos meses eligió El Plata para disfrutar juntos a sus cuatro amigas de una celebración muy diferente.

Procedente de Valencia, el hecho de tener familia en la capital aragonesa fue la excusa perfecta para elegir la ciudad para juntarse. “En realidad no fue una cosa premeditada, pero me pareció una buena idea. La gente nos aplaudía cuando se enteraba y la reacción fue muy buena”, rememora. “Incluso la gente más mayor me deseaba mucha suerte y me daba la enhorabuena”, añade.

Como ella, la zaragozana Alicia Labaila decidió que era una buena ocasión para salir a celebrarlo con quienes le habían acompañado durante un año ciertamente complicado: “Me costó 12 meses firmar los papeles y darme cuenta de todo lo que había vivido hasta la fecha. Tenía ganas de celebrar un nuevo inicio, pasar página y, sobre todo, lo que me acababa de quitar de encima”.

Labaila, que celebró su despedida de casada hace cuatro años, fue una de las pioneras en la ciudad. “Cuando llamamos a la empresa de limusinas y al restaurante se quedaron bastante sorprendidos, pero a todo el mundo le pareció muy buena idea”, asegura. En este caso, fue ella la que quiso organizar el evento, como respuesta a la despedida de soltera que le habían preparado sus amigas años atrás. “No me dejaron, de forma paralela me prepararon la que fue una de las mejores noches de mi vida”, reconoce.

Junto a sus 10 amigas, comenzaron la velada con una sesión de tuppersex a domicilio, se pusieron sus mejores galas y salieron a dar una vuelta en limusina por la ciudad. “Creo que es algo que debería de hacer todo el mundo porque te ayuda a cambiar el chip. Siempre hay que mirar el lado bueno de las cosas”, reflexiona.

¿Celebrar un divorcio? Sí, quiero

Aunque sigue siendo una celebración más puntual que la tradicional despedida de soltero, cada vez resulta más habitual que coincidan ambos tipos de celebraciones en un mismo espacio, como ocurre, por ejemplo, en El Plata Cabaret. “Actualmente supone uno de cada 10 grupos, pero llegan con más efusividad y con muchas ganas de celebrar”, asegura Alberto Brosed, su director.

Como una despedida de soltero

En El Plata, la maestra de ceremonias, Carla Torbellino, es la encargada de interactuar con el público asistente a cada una de sus sesiones nocturnas, ya que el espectáculo es el mismo para todos. “Obviamente no entran por la puerta diciendo que están celebrando una separación, pero cuando les preguntan la ovación siempre es enorme”, afirma Brosed.

La celebración resulta muy parecida a la tradicional despedida de soltero, puesto que los servicios solicitados suelen ser los mismos. Entre las alternativas, se encuentran las actividades al aire libre o las ‘Escape rooms’. “Es cierto que en los últimos años cada vez resulta más habitual que lleguen este tipo de solicitudes, pero también han crecido mucho las despedidas de soltero”, asegura Aldo Sorrosal, organizador de eventos especializado en despedidas de soltero y uno de los fundadores de Coco Room.

“El perfil suele ser de gente más madura que las despedidas de soltero, y en nuestro caso, los últimos grupos han sido todos de mujeres”, añade. En su opinión, este tipo de celebraciones demuestran que, poco a poco, va desapareciendo el tradicional tabú existente en torno al hecho de protagonizar una separación. “Está claro que algo está cambiando”, concluye.

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