Los pequeños de la casa están de vacaciones, ya han terminado la escuela y ahora les toca descansar, divertirse y disfrutar de un verano muy merecido. Sin embargo, conciliar la vida familiar y la laboral en esa época del año es muy complicado. Por ello, no es de extrañar que siete de cada diez abuelos en España tengan que hacer de canguro. Los campamentos y las colonias urbanas temáticas son otras de las alternativas que más auge están teniendo en los últimos tiempos. De hecho, más de 27.000 menores van a campamentos durante la época estival. Hay algunos padres que son reticentes, que tienen dudas o miedos de dejarlos solos tanto tiempo. Sin embargo, esta experiencia puede resultar tremendamente beneficiosa para los niños:

1. Autonomía y madurez

Los campamentos suelen tener una duración de 15 días aproximadamente, en los cuáles tu hijo estará fuera de su entorno habitual y separado de vosotros. Aunque siempre gozará de supervisión adulta, tendrá que hacer las cosas por su cuenta y aprender a ser más independiente. No tendrá a sus padres para que le resuelvan todo.

2. Sociabilizar

Hacer nuevos amigos es una de las mejores experiencias de los campamentos, especialmente para aquellos niños más tímidos. Además, el factor convivencia hará que se unan mucho más, ya que no solo se verán unas pocas horas, sino que estarán juntos todo el día.

3. Orden y rutina

Los campamentos tienen un horario estricto, fundamental para que todo funcione correctamente. Tu hijo aprenderá a tener sus pertenencias ordenadas y a cumplir con la rutina establecida.

4. Adaptarse a lo que no le gusta

Si tu hijo es de los que se pone exquisito a la hora de comer, no quiere irse a dormir cuando se lo dices o pone mala cara cuando hay algo que no le apetece, un campamento será el lugar ideal para él. Tendrá ceder; comer lo que le pongan en el plato, dormir cuando apagan la luz y obedecer a los monitores. Aunque sea por hambre, cansancio o por poder divertirse con los demás, terminará adaptándose.

5. Valores

Trabajar en equipo, compartir, ser solidarios, tener responsabilidades o ser tolerantes con aquellos que son diferentes a nosotros son algunos de los valores que aprenderán en su experiencia veraniega. Habrá niños de muchos lugares, con culturas y costumbres diversas, y entre todos aprenderán a convivir en armonía, aprender y divertirse juntos.

6. Nuevas experiencias

Tu hijo hará un montón de actividades nuevas, con las que desarrollará su cuerpo y su mente. Cestas de mimbre, cuidar de los animales de la granja, sembrar un huerto, resolver enigmas, carreras de sacos, cocinar, juegos en la piscina… Las posibilidades son infinitas.

7. Diversión asegurada

Los niños lo pasarán en grande y crearán recuerdos que les acompañarán toda la vida. Incluso aquellos que al principio sean más miedosos o no se atrevan a dar el paso, se verán envueltos en un clima de amistad, diversión y aprendizaje que recordarán siempre.