En una caja de lapiceros, ¿cuál es el color carne?

Los dibujos forman parten del desarrollo de cualquier niño, pues, además de poder plasmar las fantasías que les rondan por la cabeza, pueden aprender de todo aquello que les rodea ilustrándolo, ya sean sus 'hobbies', sus animales favoritos o su familia. Es en esta última situación cuando a los más pequeños se les suele aconsejar que elijan el color "carne" para esbozar los rostros de los suyos, pero, ¿cuál es este color?

Aunque hace algunos años, muchos hubiesen respondido que el rosa pálido que se encuentra en la mayoría de las cajas de ceras, la multiculturalidad es una realidad presente en todas las aulas de Aragón, haciendo que las palabras "color carne" tengan un único sentido. Y es que, sin ser conscientes, juntándolas sentamos un sesgo racial con el que se intenta unificar todas las tonalidades de piel a un único color: el predominante en cada país.

Para facilitar el trabajo en todas las aulas y visibilizar todas las culturas y razas, la marca Ubuntuland comercializa una caja de colores piel que cuenta con numerosas tonalidades para que todos los niños puedan autorretratarse en el colegio sin tener que ceñirse al naranja, marrón o amarillo. Una iniciativa puesta en marcha en 2016 con la que buscan fomentar la tolerancia entre los más pequeños y construir una sociedad libre de prejuicios.

¿Dónde se consiguen?

La marca anunció el pasado 22 de junio en su blog que las cajas de de colores de la piel estaba agotadas y que este proyecto, que arrancó hace poco más de un año, había sido un éxito. "En septiembre de 2016, al presentar #pintemosloscoloresdelapiel, teníamos un doble objetivo: por un lado, abordar la fabricación de cajas de colores de la piel, que era un material que ya existía en otros países pero que en nuestro país no se comercializaba por “escasez” de demanda. Por otro, sensibilizar y difundir este material entre docentes y escuelas como herramienta para visibilizar la diversidad de colores, rasgos y culturas de las niñas y niños en el aula", aseguran en el blog.

Desde que sacaran los colores, tal y como confirman en Ubuntuland, son muchas las familias, colegios y asociaciones de diversa índole que se han sumado a la iniciativa. "La difusión que ha alcanzado el proyecto ha lanzado un mensaje claro: somos muchas las personas que creemos en la importancia de plasmar en el material educativo (y lúdico) la diversidad de colores, rasgos y culturas de nuestra sociedad", expresan en el blog.