Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Por qué beber infusiones calientes me quita el calor

Un vaso de agua a 50ºC refresca el cuerpo con más eficacia que el mismo vaso a 1,5ºC.

Después de beber un té calentito, el cuerpo empieza a sudar para liberar calor y refrigerarse
El método solo funciona con baja humedad ambiental
Marco Verch

Hace unos años, Ollie Jay, de la Universidad de Ottawa (EE. UU.), concibió un experimento para comprobar si se reduce mejor el calor corporal almacenado llevándonos al buche una bebida caliente o ingiriendo una bebida fría. Los resultados no dejaron lugar a dudas: un vaso de agua a 50ºC refresca el cuerpo con más eficacia que el mismo vaso a 1,5ºC. Dicho de otro modo, no hay nada como una infusión caliente para aliviar el calor.

La aparente paradoja se explica porque la ingesta de infusiones calientes hace que el cuerpo empiece a sudar para liberar calor. El sudor se evapora, y eso hace que la temperatura de nuestro organismo descienda, compensando la ligera subida de temperatura que nos había provocado llenar el estómago de fluido caliente.

Eso sí, el método solo funciona si la humedad ambiental es lo suficientemente baja para que todo el sudor se evapore adecuadamente. Por ejemplo, en mitad del desierto. En entornos muy húmedos y cálidos, como una selva tropical, es más eficaz combatir el calor echando mano de una bebida fría.

Lo que no conviene bajo ninguna circunstancia es que la temperatura de la infusión suba por encima de 65ºC. De acuerdo con una investigación china reciente, beber té caliente a diario duplica el riesgo de cáncer de esófago. Si al consumo de infusiones ardiendo se le suma que fumas cigarrillos y bebes alcohol, el riesgo se multiplica nada menos que por cinco.

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