Visitar la planta de maternidad de cualquier hospital es trasladarte a una bombonería y floristería juntas. Las cajas de chocolate, los colores de las flores e incluso los globos inundan cada rincón de las habitaciones y pasillos. Y claro, si hay tantos regalos que celebran con entusiasmo los nacimientos cerca seguro que se encuentran familiares y amigos, los ‘culpables’ de tantos halagos.

Esta emoción que embarga a los allegados hace que en ocasiones se olviden de que tras tener un bebé, tanto la madre como el pequeño necesitan descansar. Por este motivo, hemos preparado una serie de consejos para acudir a celebrar esta ilusión:

No es recomendable acudir al hospital en las primeras 24 horas ni tampoco llamar por teléfono. Es mejor mandar un 'whatsapp' para transmitir esa emoción y dar la enhorabuena. Además, puedes aprovechar para decir que te pasarás a verlos y preguntar si les parece bien. La visita siempre debe ser breve. Así no se acumularán las visitas y también porque de este modo los padres podrán tener tiempo a solas con el pequeño. Si estás costipado o tienes alguna enfermedad, no vayas a visitarlos, ya que tanto la madre como el bebé tienen las defensas bajas y es probable el contagio. Debes evitar coger al recién nacido en brazos. Tampoco manosearlo ni besarlo. Pasar al bebé de una mano a otra es una situación muy estresante para cualquier neonato, además hay que tener en cuenta que está empezando a conocer a todo el mundo y necesita saber quiénes son sus padres. Pero, sobre todo, si decides hacerlo, elige un momento adecuado y lávate las manos antes antes de cogerlo. Si llora, no calmes al bebé. Deja que lo hagan los padres, ya que están más capacitados para manejar la situación. Pero, la recomendación más importante es que no des consejos si no te los piden.