Ni las pilas del mando ni la lámpara. Esto no forma parte de los ‘souvenirs’, pero, por muy sorprendente que parezca, algunos clientes los toman como tal y estos aparecen en las listas hechas por los hoteles sobre cuáles son los objetos que más suelen sustraer los clientes de sus habitaciones. En cambio, lo que muchos no saben es que hay algunos recuerdos que sí están incluidos y nunca los cogemos porque tenemos miedo de terminar detenidos tras nuestra estancia.

Los productos de higiene. Los botecitos de champú, acondicionador, gel de baño y loción corporal pueden terminar en tu casa, porque dentro del precio de la habitación se incluyen estos detalles. Al igual que el jabón de manos, el cepillo, la pasta de dientes y el peine. Los bolígrafos, lápices y blocs de notas. Estos productos también pueden llevarse, pues no solo son útiles para nosotros sino que además estás haciéndoles promoción, ya que suelen tener el logo impreso. Bombones, caramelos, frutas o frutos secos que encuentren fuera del minibar. O bien te los comes durante la estancia o los metes en la maleta, puesto que son un ‘souvenir’ del hotel. Eso sí, todo lo que suele haber en la nevera de la habitación puedes llevártelo o disfrutarlos, pero luego te los cobrarán. Las bolsas de lavandería de plástico son para poner la ropa sucia, así que puedes meterlas en la maleta. Pero, las que son de tela no, ya que esas pertenecen a la lavandería del hotel. Las zapatillas. Aquí existe conflicto. En la mayoría de ocasiones puedes llevártelas, aunque a veces sí que son de pago. En el caso de las revistas suele haber el mismo problema, aunque por lo general puedes meterlas en la maleta. En cambio, los libros no. Estos forman parte de la librería del hotel. Eso sí. Lo que no quedan dudas es que ni las sábanas, ni las toallas ni el albornoz están incluidos en el precio de la habitación. Tampoco el mobiliario, pues forma parte del hotel y llevarte una lámpara a casa o un jarrón puede hacerte terminar entre rejas.