Una familia, perseguida por unos guepardos en un safari park
Abandonaron el coche en una zona donde había animales salvajes y los descubrió un grupo de felinos.
Los animales salvajes no son mascotas. Y hay que andarse con mucho cuidado cuando se tiene alguno cerca. Algo tan obvio no pareció importar demasiado a una familia francesa que visitaba el safari park Beekse Bergen, en Holanda.
A pesar de todas las indicaciones que prohíben salir del coche durante el recorrido, ellos decidieron darse un paseo para ver más de cerca a los animales. Y no fue buena idea.
El turismo que hacía el recorrido tras ellos pudo grabar toda la escena: en un primer momento, la familia -los padres y tres niños, uno de ellos de corta edad- sale del coche para tomar fotografías de una manada de guepardos que descansan entre los árboles.
Los hijos hacen fotos, la madre incluso abre el maletero para dejar unas cosas y uno de los chicos se pone a mirar las imágenes que ha tomado tan tranquilo, sin prestar atención a los animales. Todos, eso sí, se quedan muy cerca de su vehículo.
Los guepardos se mantienen calmados y miran con curiosidad a los humanos que les retratan.
La familia vuelve por fin al coche y sigue su recorrido. Pero apenas unos metros más adelante, los cinco abandonan de nuevo el coche y, esta vez, se alejan y suben hasta lo alto de un repecho a un lado del camino.
En ese momento, los felinos que instantes antes dormitaban a la sombra se lanzan en su dirección. El padre y la niña echan a correr a tiempo y logran llegar a su vehículo. El hijo mayor les sigue, pero la madre se queda rezagada, con el niño pequeño en brazos. Los guepardos bufan a su alrededor con aspecto amenazador y ella solo puede mover los brazos y hacer gestos para espantarlos.
Afortunadamente, logra llegar al coche sin sufrir daños.
Los ocupantes del coche de atrás graban todo lo ocurrido y aunque en principio se ríen sorprendidos de la actuación de los cinco franceses, cuando ven avanzar a los guepardos su tono de voz se torna en miedo y preocupación. "Dios mío, Dios mío", gritan asustados, hasta que la familia consigue ponerse a salvo.
El vídeo, que han colgado en Youtube, acumula más de 2,7 millones de visualizaciones:
