¿Por qué no se puede entrar al quirófano con las uñas pintadas?

No hay esmalte que combine con el verde de la sala de operaciones.

Pintarse las uñas está muy bien... pero no es buena idea si van a operarnos.
Pintarse las uñas está muy bien... pero no es buena idea si van a operarnos.

Es pura coquetería. Pero muchas mujeres, cuando tienen programada una operación quirúrgica, acuden antes a su salón de belleza. La sesión incluye depilación, peluquería y manicura, para llegar al hospital con el mejor aspecto posible.

El problema es que, después del ingreso, descubren que pintarse las uñas no ha sido buena idea. En cuanto el personal sanitario lo descubra, un auxiliar cogerá el bote de acetona y el algodón y eliminará con sumo cuidado hasta el más mínimo resto de esmalte.

¿Por qué ese odio a las uñas coloreadas? 

La explicación es sencilla. Los médicos utilizan las uñas como un indicador de la saturación del oxígeno en la sangre. Si este comienza a bajar, uno de los primeros síntomas es que el lecho ungueal (la zona de nacimiento de la uña) empienza a ponerse de color azul. El esmalte impediría ver ese cambio de coloración que alerta de que algo va mal.

De la misma manera, el aparato que mide ese nivel de oxígeno,el saturómetro, se coloca encima de la punta del dedo y la pintura de la uña puede hacer que sus lecturas no sean exactas.

Pero hay más: los pacientes deben entrar en la sala de operaciones lo más limpios posible, para minimizar la presencia de bacterias. Y las uñas están más limpias sin ningún tipo de producto encima. Eso incluye el esmalte.

En el caso del personal sanitario, hay que tener en cuenta que se lavan las manos muy bien antes de ir al quirófano y además lo hacen siempre con guantes. No obstante, no está recomendado que los profesionales que trabajan en las salas de operaciones utilicen esmalte de uñas.

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