Emma, Félix, Gisele... ¿por qué llevan nombre propio las borrascas?

La Aemet decidió en diciembre pasado empezar a ponerle nombre a las borrascas profundas que afectan a España, Portugal y Francia.

La borrasca Emma ha sido de las más virulentas de las registradas este invierno.
La borrasca Emma ha sido de las más virulentas de las registradas este invierno.
Efe

Primero fue Ana. Le siguió Bruno. Después vinieron Carmen,  y luego David, que pasaron casi inadvertidos. Emma se dejó sentir con más virulencia con su capa blanca. Félix ya nos ha dejado y ha dejado paso a Gisele, que ya ha empezado a afectar a Galicia. 

Seguro que le suenan todos estos nombres con los que, desde diciembre pasado, han sido bautizadas cada una de las borrascas profundas que han afectado a España, Francia o Portugal.

Pero, ¿por qué de repente estos fenómenos meteorológicos llevan nombre propio y antes no lo tenían?  Estas son todas las claves:

1. ¿Cómo se llamarán las próximas borrascas?

Como se puede observar, el método seguido para bautizar a las borrascas profundas es el de intercalar un nombre de varón y otro de mujer, con las iniciales siguiendo un orden alfabético. Por si le interesa, la próxima borrasca que llegará cuando se vaya Gisele se llamará Hugo. Luego vendrán Irene, Jose, Katia, Leo, Marian, Nuno, Olivia, Pierre, Rosa, Samuel, Telma, Vasco y Wiam.

2. ¿Para qué se pone nombre a las borrascas profundas?

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) lo anunció a finales de 2017 y su objetivo es conseguir lo que ya se ha logrado con una experiencia similar desarrollada desde el 2015 en Reino Unido y Portugal: que la población esté más atenta a las recomendaciones de seguridad cuando la amenaza de viento fuerte u otras inclemencias del tiempo pueden tener un impacto en los bienes y las personas.

Así, el hecho de nombrar a las borrascas profundas favorece que la comunicación sea más efectiva ante un episodio adverso de viento, que también suele llevar asociados fenómenos costeros adversos y en ocasiones también problemas relacionados con la lluvia y la nieve.

3. ¿Y qué se entiende por borrasca profunda?

La Aemet lo explica así en su página web: Una borrasca o depresión es un tipo de ciclón (término genérico donde se incluyen los huracanes, tifones, bajas polares, medicanes, etc.) que transcurre por latitudes medias, entre 30 y 60º de latitud. Son sistemas de bajas presiones donde el viento gira en sentido contrario a las agujas del reloj en el Hemisferio Norte. Asociados a las borrascas se suelen producir vientos fuertes o muy fuertes, que serán más intensos cuanto menor sea el mínimo de presión en el centro de la baja.

Las borrascas a las que se da nombre son aquellas que se profundicen de tal manera que pueden producir un gran impacto en bienes y personas, aunque no lleguen a convertirse en ciclogénesis explosiva.

4. ¿A partir de qué velocidad se considera que el viento es fuerte?

Una borrasca profunda se nombrará solo cuando se prevean condiciones que den lugar a la emisión de avisos de viento de nivel naranja o rojo asociados a dicha baja en alguno de los tres países. En el caso de España,  se trata de rachas máximas superiores a 90, 100 y 110 Km/h en función de las zonas.

5. ¿Se avisará de las borrascas mediterráneas?

De momento, solo se nombrarán las borrascas atlánticas y no las mediterráneas, que se intentarán abordar en un futuro. Además, los avisos asociados a vientos locales o regionales (cierzo, tramontana, levante del Estrecho, etc.) no se tendrán en cuenta a la hora de nombrar a las borrascas profundas.

6. Precedentes

La Universidad Libre de Berlín ha estado bautizando a los anticiclones y borrascas desde el año 1954. Gran parte de la población recordará dos borrascas profundas bastante recientes (con procesos de ciclogénesis explosiva incluidos) que produjeron víctimas mortales y grandes pérdidas económicas en España, pero también en Francia y otros países europeos: Klaus (23-24 de enero de 2009) y Xynthia (27-28 de febrero de 2010).

Météo-France, IPMA y AEMET han puesto en marchaesta campaña invernal 2017-18  un nuevo sistema de nombres para los medios de comunicación, el público en general, colaboradores, instituciones, etc., en sustitución de los asignados por la Universidad de Berlín. A diferencia de los alemanes, que nombran a todas las borrascas, en el caso de España, Francia y Portugal solo se nombran  las profundas.

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