Si eres estudiante, esto es lo que te pasará durante el periodo de exámenes

Enero, febrero, mayo, junio y septiembre son los meses de mayor afluencia de estudiantes a las bibliotecas. Durante estos periodos del año, los alumnos universitarios se preparan para afrontar sus exámenes cuatrimestrales y recuperaciones, momentos clave a lo largo del curso lectivo. Junio y septiembre también son fechas marcadas en el calendario para aquellos que se enfrentan a la EVAU. 

Pero sobrevivir a los temidos exámenes no siempre es fácil, y menos si no se está preparado mentalmente. Para conseguirlo, la resignación, la paciencia y el café pueden ser buenos aliados a la hora de enfrentarse a los apuntes.

Primer día de estudio

Motivación modo 'on'. Elegir el color de los subrayadores con los que se remarcará lo importante -todo, en el caso de los estudiantes más ansiosos-, ordenar los apuntes, establecer el orden de prioridad de las asignaturas o imprimir documentos y clasificarlos son tareas que pueden ocupar toda la primera jornada de estudio. Los codos para mañana.

Quinto día de estudio

Los que estudian en casa ya habrán acumulado sobre el escritorio un número considerable de tazas y los que lo hacen en la biblioteca habrán pasado más horas en los cinco últimos días con sus improvisados compañeros de mesa que con sus amigos y familiares. El ánimo ha ido decayendo y hasta realizar los recados que más pereza producen durante el resto del año puede suponer un alivio. ¿Por qué no ordenar el armario por colores, texturas y antigüedad de las prendas antes de ponerse a estudiar?

Día antes del primer examen

Empieza la cuenta atrás. La ansiedad y el estrés han comenzado a hacer mella. Las pesadillas son cada vez más recurrentes y las ojeras se han asentado en la cara de los estudiantes. Pero, desde que el profesor de la primera asignatura abre oficialmente el periodo de exámenes, el calendario comienza a restar los días que faltan para la liberación. Hacer un examen exime de estudiar el resto del día, ¿no?

Día del último examen

La libertad ya está cerca. Tras los nervios y la entrega del último control, ya pueden desatarse todos los deseos reprimidos durante el último mes: dormir, yacer sobre la cama o el sobre cualquier otra superficie horizontal y disfrutar al máximo de la procrastinación. Hasta los siguientes exámenes...