¿Por qué las judías se ponen en agua fría y los garbanzos, en caliente?

No son consejos locos de la abuela. Funcionan

Los garbanzos, estupendos aliados contra el frío.
Los garbanzos, estupendos aliados contra el frío.

Con el invierno ya comenzado, pocas cosas apetecen más a la hora de comer que un calentito y delicioso plato de legumbres.

Judías, garbanzos y lentejas viven en estos meses su temporada alta. Y para que el resultado en la mesa sea perfecto, hay unos sencillos trucos que ayudan a cocinarlos en su punto.

El primero es recordar que las judías y las lentejas se ponen en la olla en agua fría, mientras que los garbanzos se añaden cuando el líquido hierve.

Judías y lentejas agradecen la hidratación extra que les proporciona una cocción muy lenta y que comienza desde cero. Con el agua calentándose poco a poco, se ablandan y es más fácil que lleguen al plato en su punto exacto.

Los garbanzos son mucho más delicados que sus compañeras. Cualquier cambio de temperatura les afecta y puede hacer que se endurezcan o, como dirían nuestras abuelas, que se "encallen". Eso ocurre con diferencias de unos pocos grados. Por eso, hay que echarlos al agua cuando esta hierve y si a mitad de cocción tenemos que añadir más líquido, este tendrá que estar muy caliente.

Además, y en el remojo previo, también hay que poner a los garbanzos con el agua caliente. En este caso no es imprescindible, pero ayudará a que queden más tiernos.

Con estos trucos, un poquito de cariño y un buen rato de cocción, el éxito está garantizado. Lo único que falta es... tener preparada la cuchara.

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