Hace 10 años Apple nos dejó con la boca abierta y los bolsillos vacíos y pretende repetir la jugada. Comprar un iPhone es, como entonces, una complicada aventura: en 2007 porque no se vendía en España, en 2017 porque están llegando con cuentagotas; entonces porque costaba 500 dólares, hoy porque cuesta 1.160 euros.

Apple no quiere que llamemos ‘equis’ al iPhone X –prefiere ‘diez’–, pero lo cierto es que este nuevo móvil tiene algo de porno, de oscuro objeto de deseo, y todo se lo debe a su pantalla. Tras años de continuismo, el diseño sin apenas bordes da una sensación completamente nueva en la mano, metiendo un panel más grande que la del modelo Plus en el tamaño de un iPhone normal.

Este nuevo ‘smartphone’ lo cambia todo pero repite aciertos: exquisita fluidez, una pantalla espectacular y la doble cámara con efecto retrato. Es resistente al agua y, entre sus novedades, cuenta con carga inalámbrica.

Cambia también el modo en el que interactuamos con el móvil. Suprimir botones obliga a aumentar el número de gestos y a modificar los ya conocidos, por lo que hay cierto aprendizaje para realizar acciones como moverse entre aplicaciones abiertas o, simplemente, volver a la pantalla de inicio. Nada traumático, en unos días estarás deslizando tus dedos por la pantalla como si nada hubiera cambiado.

El iPhone X es el primero de una nueva estirpe, es el iPhone del futuro y ya ha llegado a las tiendas, pero si lo quieres disfrutar tendrás que pagar el precio del viaje en el tiempo.

DOBLE CÁMARA, LA MEJOR EN UN IPHONE

La cámara trasera del iPhone X hereda las características del iPhone 8 Plus, con una doble lente de 12 megapíxeles. Una es un gran angular para tomar fotos tradicionales, la otra un teleobjetivo para hacer zoom óptico, acercando la imagen sin perder calidad. Combinadas consigue el demandado efecto retrato (o bokeh) que difumina el fondo resaltado objetos o sujetos en primer plano.

Esta imagen compara la cámara del iPhone X y la del Note 8. La semana que viene publicaremos la comparativa completa.

El resultado es en todos casos una imagen excepcional, tanto a plena luz del día como en fotografías nocturnas. La representación del color es muy fiel a la realidad, alejada de los colores saturados y con algo menos de luminosidad de las cámaras de Samsung. La cámara frontal tiene 7 Mpx y también cuenta con modo retrato y un modo de iluminación artificial muy vistoso.

NOTCH: PARA LA SEGURIDAD Y ECHARSE UNA RISAS

La franja negra que mancha la parte superior de la pantalla es el ‘notch’ in ella se encuentran tanto la cámara de selfis, como los sensores como el Face ID. Este sistema de reconocimiento facial sustituye al lector de huellas y funciona muy rápido el 99% de las veces. Solo falla cuando llevamos la cara parcialmente tapada, con algunas gafas de sol, a oscuras o con mucha luz.

La parte divertida la ponen los ‘animojis’, unos emoticonos animados y adictivos que reconocen e imitan en tiempo real los gestos de la cara para crear divertidos mensajes que enviar a nuestros amigos.

SIN BORDES, AMOLED Y FABRICADA POR SAMSUNG

Los bordes de la pantalla se han reducido a la mínima expresión metiendo un panel de 5,8 pulgadas dónde antes apenas cabían 4,7. La tecnología pasa de LCD a OLED, pero los colores son más naturales y menos vivos y saturados que en los tradicionales paneles de Samsung. La pantalla en ahora más alargada, lo que permite mostrar más información en el navegador, el correo electrónico, las redes sociales...

Por desgracia, solo funciona bien con algunas ‘apps’, las que todavía no están adaptadas muestran unas franjas negras para volver a los 4:3, estas franjas también están presentes en la mayoría de los vídeos de internet. Algunas aplicaciones como YouTube permiten hacer zoom, pero entonces se pierde contenido por arriba y por abajo y el ‘notch’ se hace más visible.

BATERÍA SIN SORPRESAS Y CON CARGA INALÁMBRICA

El iPhone X tiene una muy buena batería. Con un uso intensivo aguanta una jornada de 18 horas con un deposito restante de entre el 10 y el 5%. Con un uso moderado puede alcanzar sin problemas el día y medio. La carga se realiza a través del conector lightning (una pena que Apple no se sume al USB-C) o mediante carga inalámbrica Qi –un formato universal, más lento pero muy cómodo–, que funciona gracias a que los nuevos iPhone tienen la parte trasera de cristal.

A través de cable, el iPhone X se carga en aproximadamente 2 horas (el 50% lo llenan en 30 minutos). Es rápido, pero no tanto como los sistemas de Samsung o OnePlus que, con depósitos mucho más grandes, tardan algo menos de una hora.

*Terminal cedido para las pruebas por K-tuin