Diez razones por las que acompañar a tu hijo durante la merienda

Recargar energía o aportar equilibrio nutricional son algunos de los beneficios de esta comida, una de las cinco recomendadas al día por los expertos.

La merienda es una de las cinco comidas diarias recomendadas por los especialistas.
La merienda es una de las cinco comidas diarias recomendadas por los especialistas.

El momento de la merienda es uno de los más esperados por los niños en su día a día. Además, representa una de las cinco comidas diarias recomendadas por los especialistas. Según los datos obtenidos por un estudio realizado por El Caserío, en colaboración con Aldeas Infantiles, más del 95% de los menores meriendan.

¿Por qué es tan importante esta comida?

1. Recarga de energía. La jornada escolar hace que los pequeños de la casa consuman mucha energía. Por este motivo, merendar a la salida del colegio les ayuda a reponer fuerzas y afrontar mejor tanto las actividades extraescolares como el momento de los deberes o el rato de juego.

2. Equilibrio nutricional. Si diariamente debemos tomar al menos cinco piezas de fruta y verdura, la merienda puede ser una buena ocasión para incluir una de estas raciones. Además, realizar esta ingesta ayuda a que los niños no tengan exceso de hambre por la noche, favoreciendo cenas más ligeras, mejores digestiones y mejor descanso.

3. Tiempo para un bocadillo. Según el Estudio de hábitos de merienda en España elaborado por El Caserío, cada vez son menos los niños que toman bocadillos en la merienda (40%), aumentando la ingesta de sándwiches (17%).

4. Comer en familia, más saludable. La presencia de un adulto durante la comida es siempre recomendable. Ya sean los padres, abuelos o un cuidador, estar con los niños mientras comen ayuda a que tengan una nutrición más adecuada. Durante este tiempo se les guía en la alimentación, haciendo que coman de manera más pausada y favoreciendo la sensación de saciedad y autocontrol en relación a la comida.

5. Mejor desarrollo. Los niños que preparan la merienda junto a sus padres potencian su psicomotricidad, ya que este tipo de actividades ayudan a que tomen control de su cuerpo, aprendiendo a usar las manos con mayor precisión.

6. La importancia del ejercicio. Según el informe, en la última década, casi el 40% de los niños tienen meriendas sedentarias. Sin embargo, los padres pueden cambiar este hábito promoviendo juegos en casa o al aire libre y actividades durante este rato.

7. Creatividad gastronómica. Planificar el menú semanal con los niños potencia la creatividad de toda la familia. No solo pensando platos o posibles combinaciones, sino innovando en el emplatado.

8. Mejora de la comunicación. Este momento puede convertirse el de compartir en familia lo que se ha hecho durante el día.

9. Valores familiares. Si los padres pasan ese tiempo con los pequeños, se convertirá en un momento en el que inculcar valores y sentimientos. Además, la merienda puede reforzar vínculos familiares, ayudando a que, de adultos, los jóvenes recuerden estas experiencias como positivas.

10. Imitación del estilo de vida. Los pequeños aprenden por imitación y, si los padres se alimentan correctamente y meriendan junto a los pequeños de la casa, estos asumirán la misma forma de comer, haciendo que de mayores sepan elegir mejor sus platos.

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