Vuelta al cole: nuevo curso, nuevos retos

Psicopedagogos y educadores argumentan que la principal variable en el éxito o en el fracaso escolar de nuestros hijos es la implicación familiar.

Lo primero que debemos hacer con los chavales es una buena planificación de las tareas escolares.
Lo primero que debemos hacer con los chavales es una buena planificación de las tareas escolares.
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Pero... ¿qué es eso del estrés postvacacional? Olvídate. Las vacaciones ya son agua pasada y el nuevo curso escolar se presenta como un nuevo y apasionante reto, como una gran oportunidad que no debemos dejar escapar. Poner a nuestros hijos unas metas alcanzables, planificar las propuestas desde el primer día y establecer un plan de trabajo y de ocio son algunas de las claves para afrontar esta nueva misión, difícil, pero no imposible.

La implicación familiar, clave del éxito escolar

Educadores y psicopedagogos aseguran que para que el nuevo curso termine como comienza, cargado de ilusión y optimismo, lo primero que debemos hacer es una buena planificación de las tareas –horas de estudio, faenas domésticas, ordenador, actividades extraescolares– a corto y medio plazo, preferiblemente, de acuerdo con los chicos. Y pactar, ya desde este primer momento, las recompensas y sanciones establecidas en nuestro plan, según se vayan cumpliendo, o no, los objetivos. Los padres debemos ser parte activa en esta estrategia y supervisar, desde el primer día, sus tareas escolares. Los expertos argumentan, además, que la principal variable en el éxito escolar es la implicación familiar y que cuando los padres mostramos interés por lo que hacen nuestros hijos –supervisar sus deberes, estar en contacto con sus profesores, intentar resolver sus dudas...–, el resultado de los chavales mejora notablemente.

Ocio y actividades extraescolares

El ocio es otro factor muy importante a tener en cuenta y las actividades extraescolares deben servir para desarrollar sus habilidades, pero también han de dejarles el tiempo libre suficiente para que jueguen e interactúen con otros niños y con la familia. No debemos planificar todo su tiempo de ocio. Es muy importante que nuestros hijos también decidan. Nos recomiendan, además, que seamos positivos, que dejemos los problemas en la oficia y llevemos a casa la alegría y el sentido del humor, porque la personalidad de los hijos tiene mucho que ver con la de los padres. Ya sabe: de padres ‘cenizos’…

Refuerzos positivos y sanciones

Los llamados refuerzos positivos –premios– y las sanciones –los castigos de siempre– contribuirán en buena medida a mantener viva la llama del esfuerzo. Y para que la receta surja efecto, estos últimos han de ser siempre limitados en el tiempo, de aplicación inmediata y de riguroso y obligado cumplimiento. Tampoco sirve de mucho gritar o amenazar; eso sí, los padres debemos aprender a ser contundentes y a buscar el apoyo de nuestros principales aliados en la educación de los hijos: sus profesores. Si nosotros no respetamos su maravillosa misión; ellos, nuestros hijos, tampoco lo harán. ¡Suerte!

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