El gran negocio más allá del WhatsApp

Una decena de redes sociales como Snapchat, Telegram, Line y Wechat mueven miles de millones de euros cada año bajo una competencia feroz

WhatsApp.
WhatsApp se utiliza principalmente para conversar sobre las actividades, proyectos y tareas.
comunicacion.uva.es

No nació en un garaje como Google, Amazon o Apple sino por un trabajo de clase de la Universidad de Stanford en 2011. Sus creadores -los estadounidenses Evan Spiegel, de 26 años, y Bobby Murphy, de 28- estaban lejos de pensar que cada uno amasaría una fortuna de 5.300 millones de dólares (5.010 millones de euros) por aquella aplicación que intercambiaba selfies y los autodestruía al instante. Bautizada al inicio como Picaboo, resulta raro no ver hoy en el móvil de jóvenes y adolescentes el famoso icono del fantasma amarillo que identifica a Snapchat. Es la red social estrella que confirma que hay vida al margen del WhatsApp. Su debut en Bolsa el pasado día 2 de marzo fue el mejor desde Facebook en 2012.

Con sólo pisar el parqué de Wall Street, las acciones de Snap -matriz de Snapchat- se revalorizaron un 44%. El precio por título arrancó en 17 dólares y cerró en 24,48. Así, los 24.000 millones de dólares que estimaba de valor de capital se convirtieron en su puesta de largo en 28.000 millones (alrededor de 26.500 millones de euros). ¿Pero por qué triunfa tanto esta app californiana? La culpa la tiene su principal novedad: que los mensajes se autoborran segundos después. Esa peculiaridad de no dejar rastro la critican quienes consideran que burla el control paterno y es aplaudida por los que defienden que no satura la memoria de los teléfonos con cientos de fotos, de vídeos y de textos.

A diario, se contabilizan 160 millones de usuarios activos en Snapchat, que comparten unos 2.500 millones de mensajes en 20 idiomas. Gustan sus lentes para hacer más divertidos los selfies, la capacidad de ofrecer noticias y contenidos de entretenimiento de medios de comunicación. Por eso no es casual que la cadena NBC invirtiera 500 millones de dólares (472 millones de euros) en la salida a Bolsa del 'fantasma amarillo'. También ESPN, CNN y National Geographic han sellado acuerdos con la aplicación para crear contenidos exclusivos. Sostienen que la compañía está en pleno 'boom', pese a encajar pérdidas de 482 millones de euros el año pasado al duplicarse sus gastos.

La confirmación de que hay un goloso mercado en torno a Snapchat se vio claramente con la oferta de Facebook hace cuatro años para comprarla por 3.000 millones de dólares (2.764 millones de euros) en efectivo. La propuesta fue rechazada por Spiegel, a diferencia de lo que pasó con WhatsApp. Sus creadores -el estadounidense Brian Acton y el ucraniano Jan Koum- decidieron desprenderse de esta app en 2014 al recibir el equivalente a 17.200 millones de euros por parte de Mark Zuckerberg. Desde entonces, engrosa las filas de un imperio que también engloba a Facebook Messenger e Instagram. El conglomerado disparó su beneficio un 177% en 2016, hasta los 10.217 millones de dólares (9.413 millones de euros). No en vano, cuenta al día con 1.230 millones de usuarios conectados, lo que representa la sexta parte de la población del planeta.

En la batalla feroz que se libra en el terreno de las redes sociales, hay más actores. Telegram, surgido en 2013, es uno de ellos. Se popularizó como alternativa a WhatsApp, en el periodo en que éste comenzó a cobrar a los clientes unos 0,90 euros al año. Sin embargo, la aplicación no ha cuajado del todo, aunque es una de las mejor valoradas por llevar la delantera en privacidad y seguridad. No en vano, ha llegado a ofrecer recompensas de hasta 300.000 dólares (280.000 euros) a quien descifre sus códigos. Otra funcionalidad que ofrece a sus 100 millones de usuarios, muy similar a Snapchat, es que los mensajes se autodestruyan cuando transcurra el tiempo especificado.

La excepción asiática

El reparto del pastel cambia si se mira al mercado asiático. Line es la app que más gusta en Japón, Corea, Taiwán y Tailandia. Sus ingresos rondan los 1.000 millones de euros al año y desde que salió a Bolsa el pasado julio en Tokio y Nueva York se ha revalorizado un 30%, hasta los 9.000 millones de dólares (8.425 millones de euros). Con más de 700 millones de usuarios activos, ya se usa en los cinco continentes y es vigilada de reojo por Facebook. Sin embargo, no surgió con el ansia de salir al mercado, sino por pura necesidad tras el terremoto que golpeó al país nipón en 2011. La crearon los trabajadores de la compañía surcoreana NHN, propietaria del buscador Naver, para comunicarse entre ellos tras la caída de las comunicaciones. Dos meses después ya era todo un fenómeno.

El triunfo de Line -que hace caja gracias a los juegos móviles que vende y con las promociones y noticias- comparte escena con Wechat, el gigante chino de las redes sociales. Tencent, el mayor proveedor de servicios de Internet y servicios de telefonía móvil del gigante asiático, fue el responsable del nacimiento de esta app en enero de 2011. Es la quinta aplicación más usada del mundo al contar con más de 650 millones de clientes, si bien en España su uso es casi residual. Entre sus opciones más interesantes, destaca la posibilidad de acceder con una huella de voz para más seguridad, desligar el número de teléfono y hasta pedir una cita médica, pagar una multa o encargar comida.

El ranking de redes virtuales de mensajería la completan aplicaciones como Signal, recomendada en Twitter por el exempleado de la CIA Edward Snowden porque permite bloquear los mensajes con una clave de acceso, impide capturas de pantalla a los receptores y encripta hasta el sonido de las llamadas telefónicas. En el listado también figura Hangouts -creada por Google-, Imo, Kakao Talk, Tango, Viber y otras tan emblemáticas como Skype, diseñada en 2003 y muy popularizada para realizar videollamadas.

La competición es especialmente agresiva entre las mejor posicionadas del mercado. A Facebook se le ha acusado más de una vez de copiar de forma clara a Snapchat al introducir filtros y animaciones para su cámara y a WhatsApp se le ha culpado de lo mismo por incluir nuevos estados para compartir fotos y vídeos que se autoeliminan en 24 horas. La batalla es intensa y crece con la ambición de sacar tajada en un suculento negocio que está en ebullición. Las claves: intuir qué puede convertirse en tendencia y experimentar una metamorfosis continua para ofrecer servicios cada vez más completos e innovadores.

El colegio que se hizo de oro al invertir en el 'fantasma amarillo'

Cuando en 2012 Snapchat veía naufragar su app por la falta de dinero, fueron los estudiantes que la utilizaban quienes la rescataron. Algunos convencieron a sus padres para invertir en ella y así comenzó una cadena que llegó hasta Saint Francis, un colegio católico de Mountain View. Los 15.000 dólares (13.900 euros) que entregó el centro al 'fantasma amarillo' se convirtieron por sorpresa en 22,2 millones de euros al salir a Bolsa la empresa.

Es sólo el inicio. Todo apunta que Snapchat revolucionará el mercado con sus recién creadas gafas Spectacles, que permiten grabar vídeos y tomar fotos. Y además ya desarrolla su propio dron.

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