Las imágenes son espectaculares. Miles de personas teñidas con polvo de colores inundan las calles en un ambiente de alegría y diversión.

Es el festival Holi, una de las fiestas más importantes de la India, y que representa tanto el inicio de la primavera, como la victoria del bien contra el mal.

En una sociedad tan segregada como la de la India, además, el Holi supone una de las pocas ocasiones en que las castas, el dinero o el sexo no importan: el festival une en la calle a ricos y pobres, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, que celebran durante dos días la alegría por el fin del invierno.

Los polvos de colores representan las flores que están a punto de nacer y se elaboran a partir de harina de arroz, teñida con colorantes alimentarios. Los participantes también se lanzan agua unos a otros, para convertir ropas y calles en un verdadero arcoíris.

La belleza de la fiesta ha despertado el interés de todo el mundo y cada vez hay más lugares donde se imita el Holi y se disfruta lanzando colores en reuniones multitudinarias.