Tercer Milenio
En colaboración con ITA
La explosión cámbrica, el big bang de la vida
Al desplazarse, un enigmático organismo dejó marcado su recorrido por el fondo marino. Este icnofósil de Psammichnites gigas único en el mundo refleja el momento en que los organismos no solo empezaron a comerse unos a otros, sino a comerse también el fondo marino. «Esas perforaciones les permitieron llegar a partículas alimenticias inalcanzables para los organismos del Precámbrico», comenta Canudo.
Además, la bioturbación de los fondos marinos hizo que el oxígeno penetrara dentro del sustrato y que la vida ocupara niveles más profundos. La lucha por la vida ha comenzado, «todo es susceptible de ser comido» y esconderse de los predadores es vital, tanto como protegerse con caparazones, como los trilobites. Es el big bang de la vida, pues «en un intervalo temporal relativamente corto aparece la mayor parte de los grupos de animales, algunos de los cuales han llegado hasta la actualidad».