PARÍS, 5. (Del corresponsal de Efe)
Francia ha cerrado sus fronteras, sus aeródromos y sus puertas a la picaresca.
En adelante, la Policía de fronteras rechazará, de modo terminante, a todos los extranjeros que, vestidos de modo incorrecto y desprovistos de recursos, pretendan entrar en el país a título de "turistas".
Esta decisión se dirige principalmente
contra los melenudos que, por esta época,
llegan a Francia, guitarra a la espalda y macuto en bandolera, dispuestos a subsistir por medio de una molesta mendicidad-musical que ha sido ya objeto de numerosos desórdenes públicos.
Estos sujetos crean, constantemente, conflictos a las autoridades ya que sus Consulados se desinteresan de ellos y son los organismos franceses los que tienen que cargar con los gastos de expatriación.
Por todo ello, en adelante, el acceso al territorio francés quedará prohibido a las personas que no puedan justificar la existencia de recursos suficientes para su estancia, y cuyo aspecto exterior constituya un espectáculo indeseable.
La medida cuenta con el aplauso público.
(Noticia de hemeroteca recopilada por Elena de la Riva y Mapi Rodríguez. Documentación de Heraldo de Aragón)