El auténtico coleccionista siempre quiere más

Muchos son los aragoneses que, o bien de manera tímida o más profesional, se lanzan al mundo del coleccionismo.

Luis Monterde con su colección
Luis Monterde con su colección

¿Quién no ha coleccionado cromos en la infancia? El coleccionismo es una práctica bastante común en numerosos ámbitos sociales, y en Aragón hay muchos ejemplos de ello. Están aquellos que se decantan por las colecciones más tradicionales, como las de arte, monedas, sellos o antigüedades, o las más modernas y originales, entre las que encontramos cómics, juguetes de época, joyas o prendas de ropa.


Hay personas que lo toman como un simple hobby, como Gabriel Rodríguez, que empezó a reunir sujetacorbatas sin saber muy bien por qué, y ya lleva más de 20 años. Actualmente, su colección supera las 2.000 piezas y presume de que la mayoría son regalos. "Alguna vez compro, pero pocos, una colección no debería de costar dinero", asegura el zaragozano, que afirma que en España no hay mucha gente que recopile sejetacorbatas: "Creo que en Toledo hay uno que tiene 1.000 más que yo, pero poco más".


Su última adquisición le llegaba hace tan solo una semana directamente de Granada, un sujetacorbatas de plata con una piedra granate que simula la flor de la fruta del mismo nombre. "A mi colección no le doy valor económico sino sentimental, no lo hago por dinero", asevera. Rodríguez tambíén posee otras colecciones, mucho más pequeñas, de botellas de güisqui, agujas de corbata, y de sombrero.


Como explica Sergio Moreno, director del gabinete Psicología Zaragoza y profesor de la Universidad San Jorge, esta conducta es natural en diversas épocas del ciclo vital, razón que avala la hipótesis de que "la conducta de coleccionar es innata en el individuo y, de alguna manera, nos acompaña a lo largo de nuestra vida". Pero, ¿qué razones pueden llevar a una persona a tratar de reunir decenas, cientos o incluso miles de objetos, de la clase que sean?


Según Moreno, los motivos pueden ser diversos, aunque el objetivo siempre es el mismo: la plenitud. "Algunas teorías afirman que el coleccionismo pretende satisfacer necesidades que no están siendo cubiertas, como el apego, la pertenencia o la inclusión. Esta actividad también ofrece estabilidad personal y autoestima, puesto que el resultado final está orientado a la exhibición", asegura.


En Aragón también encontramos diversos ejemplos de este ansia por exhibir colecciones como el ya extinto Museo Barbie de Lanaja, en Huesca. El centro, el primero en España de estas características, abrió sus puertas en 2008 y permaneció activo hasta hace apenas dos años, cuando María Pilar Marín, que poseía más de 300 muñecas, abandonó el pueblo. Otro caso, esta vez digital, es el de la web de Luis Monterde, un zaragozano "y zaragocista" que muestra sus 672 camisetas de fútbol, 500 de clubes y 172 de selecciones nacionales: "Me encanta el fútbol y lo que puede llegar a representar una camiseta, es un símbolo de unión entre jugadores y aficionados", afirma.

Un hobby para toda la vida

Monterde se declara "un enamorado del fútbol", y prueba de ello es esta colección, que empezó hace más de 15 años y que afirma que no acabará nunca: "Es imposible, siempre aparecen equipos nuevos, otros desaparecen, se modifican las camisetas...". Una de sus últimas adquisiciones ha sido la camiseta de Corea del Norte, la última que le faltaba para completar los equipos que participarton en el penúltimo mundial: "Llevaba muchísimo tiempo detrás de ella, es un régimen muy cerrado y me ha costado mucho conseguirla", explica el joven, que asegura que internet ha facilitado mucho las cosas. "A la semana participo en más de cien pujas de las que puedo ganar un par y conseguir camisetas mucho más baratas. En total habré invertido unos 15.000 euros en esta colección", explica.


"El mundo del coleccionismo no tiene fin, nunca tienes todo lo que quieres y siempre quieres más". Así describe esta afición César Sanagustin, miembro de la delegación aragonesa de la Asociación Española de Coleccionistas de Playmobil (AESCLICK). Entre César y Víctor reúnen unos 7.000 clicks, y aseguran que comenzaron a coleccionarlos porque son "los juguetes de nuestra infancia". Además, en 2010 la asociación lograba un Récord Guiness en Barbastro al reunir en una exposición más de 70.000 muñecos de toda España.