Curiosidades

¿Por qué las cabinas de teléfono se resisten a desaparecer?

El uso del teléfono móvil ha relegado a las cabinas telefónicas a un segundísimo plano. En Aragón quedan 900 y su uso es mínimo.

Una chica habla por el móvil a escasos metros de una cabina.
Una chica habla por el móvil a escasos metros de una cabina
MAITE SANTONJA

Durante décadas resultaron imprescindibles. Su uso era más que cotidiano: para avisar a tus padres de que no ibas a llegar a la hora de la cena, para hacer una conferencia internacional y que no se disparara la factura e, incluso, para buscar la privacidad en una llamada. Desde luego, había motivos de sobra para que hubiera una cabina de teléfono en cada esquina.


Sin embargo, con la popularización del teléfono móvil a principios de los años 2000, estas instalaciones han caído en el más absoluto ostracismo. Desde hace unos diez años, "el número de usos experimenta una caida interanual del 12%", aseguran desde Telefónica. Basta con plantarse frente a un teléfono público y esperar a que alguien se acerque a descolgar el auricular. Pueden pasar horas y hasta días. Entonces, si su usufructo es residual, ¿por qué se mantienen?


La respuesta es sencilla: así lo dispone un real decreto del año 2005. Este articulado sostiene que "en la prestación del servicio universal se deberá garantizar la existencia de una oferta suficiente de teléfonos públicos de pago (...) al menos, un teléfono y uno más por cada 1.500 habitantes en cada municipio de 500 o más habitantes y un teléfono público de pago en cada uno de los municipios de menos de 500 habitantes".


En estos momentos, en Aragón quedan unas 900 cabinas, la mitad de ellas en Zaragoza. Cifras que se ajustarían a los parámetros establecidos por la normativa.


"Se cambian en función de las necesidades"


Desde Telefónica subrayan que, a pesar de la disminución de las instalaciones, la población "no ha quedado desprotegida". "Vamos cambiando la ubicación de las cabinas en función del uso y las necesidades y de los movimientos urbanos", apuntan desde la multinacional. "Están principalmente agrupadas en zonas donde se encuentran la mayoría de los usuarios, de perfiles diferentes: estudiantes, personas en tránsito y turistas", añaden.


Además, indican fuentes de la compañía, "se ha hecho un especial esfuerzo para facilitar el acceso a los minusválidos", eliminando barreras físicas o incorporando teclados adaptados, entre otras medidas.


Otras funciones


En pleno 2012, las cabinas no sirven únicamente para llamar. Además, ahora permiten otras acciones como el envío de mails, fax o SMS. Quién sabe qué funciones ofrecerán el día de mañana...