La iglesia de San Petronio de Bolonia (Italia), en la que Carlos V fue coronado emperador del Sacro Imperio Romano, fue edificada para completar una plaza pública y expresar la autoridad comunal ante la Curia. Iniciada en 1390, se dio por terminada en 1659. Aquel impulso cívico se percibe aún hoy en la plaza que preside, en animados corros de discusión sobre asuntos de la ciudad o del país. Y por la meridiana que discurre entre las columnas que la sostienen.

El estudio detallado del movimiento aparente del Sol está en la base del establecimiento de un calendario preciso. El papa Gregorio XIII reunió a los mejores astrónomos de la época cuando decidió la inaplazable reforma del almanaque hasta entonces vigente. Entre ellos, el dominico Egnazio Danti, quien había construido una meridiana en el suelo de la iglesia de Santa María Novella de Florencia. En síntesis, la línea meridiana traza las posiciones del Sol cuando culmina en el cielo, a lo largo del año. Es la línea que separa el Este del Oeste de un lugar.

Danti construyó también una meridiana en San Petronio. Pero, menos de un siglo más tarde, se propuso agrandar la basílica, para lo que había que demoler la pared en la que estaba el 'ojo' por el que entraba la luz solar que incidía sobre la meridiana que, por lo tanto, quedaría inutilizada. Dando pruebas, una vez más, de civismo, cultura y amor por la ciencia, el Consejo de San Petronio decidió construir una nueva meridiana, encargándosela al "doctor Gian Domenico Cassini el Genovés", profesor y astrónomo reputado por la precisión de sus medidas. Entre ellas, la demostración de que el cometa de 1652 recorría una órbita situada por encima de la Luna, lo que contradecía las ideas aristotélicas según las cuales los cometas eran emanaciones de la atmósfera terrestre. Habían pasado más de cien años desde que Copérnico publicase su libro y más de 40 desde que Kepler y Galileo estableciesen que el cielo y la Tierra funcionan de acuerdo a las mismas leyes físicas; pero la resistencia a los cambios seguía siendo muy fuerte.

El reto era grande. La iglesia no está alineada con la dirección Norte-Sur, de modo que la meridiana no puede ser paralela a las líneas de las columnas. La recomendación fue que se hiciese una meridiana más corta que la de Danti, disminuyendo así su valor como instrumento científico. Pero el genio de Cassini logró una solución que dio como resultado una meridiana 2,5 veces más larga que la original, proporcionando un instrumento más poderoso. La ciencia, con la comprensión y apoyo de la sociedad y el ingenio de las personas, vencía las dificultades y lograba un importante progreso.

Cassini acabó trabajando en el Observatorio de París. Y la meridiana de San Petronio sigue marcando el mediodía en la iglesia que fue construida como símbolo y expresión de la voluntad y determinación cívicas.