Sanidad creará un grupo de trabajo nacional para regular la venta de bebidas energéticas a menores, a propuesta de Aragón

Las bebidas energética afectan al sistema nervioso y cardiovascular, además de que está relacionado con un mayor consumo de drogas entre los jóvenes. 

Varias latas de bebidas energéticas en un supermercado.
Varias latas de bebidas energéticas en un supermercado.
Pixabay

La Comisión Institucional de Seguridad Alimentaria, en la que participan las Comunidades Autónomas, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) y la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, creará un grupo de trabajo, a propuesta de Aragón, para estudiar los riesgos de las bebidas energéticas o energizantes y analizar la conveniencia de las posibles medidas normativas sobre su venta a menores de edad.

La directora general de Salud Pública del Gobierno de Aragón, Nuria Gayán, ha propuesto crear este grupo de trabajo, en la última reunión de la Comisión Institucional de Seguridad Alimentaria y que esta Comunidad Autónoma forme parte del mismo. La previsión es que se constituya en el seno de la citada Comisión Institucional de Seguridad Alimentaria, "porque es el mejor foro desde el punto de vista competencial".

Gayán ha indicado que la propuesta ha sido bien acogida por la mayoría de las comunidades autónomas y el Gobierno central de España. En este sentido, ha subrayado que lo adecuado es tratar de alcanzar una postura común en lo que se refiere a la prohibición de la venta de este tipo de bebidas a menores, "bien de todas o de algunas de ellas, según su composición".

"Hemos de valorar cuál es la mejor opción y si es posible una toma de postura consensuada y lo más homogénea posible porque el criterio sanitario es el mismo en todo el territorio nacional y también para respetar la unidad de mercado en nuestro país", ha comentado Nuria Gayán.

La directora general ha añadido que en estos momentos ya se posee información, aunque se puede ampliar, sobre los efectos negativos que las bebidas energéticas tienen en los adolescentes, dado que poseen un alto contenido en cafeína y otros excitantes, lo que produce "una sobreestimulación de su sistema nervioso y cardiovascular, que puede dar lugar a problemas de salud, como alteraciones de los patrones del sueño, vómitos, diarreas, palpitaciones, dolores de cabeza o convulsiones".

Asimismo, ha apuntado que esto supone la generación de afecciones en los sistemas nervioso, cardiovascular y metabólico a edades tempranas, en las que todavía el organismo no tiene la madurez de una persona de edad más avanzada.

Aragón fija su postura

Por ello, ha resaltado la importancia de crear este grupo de trabajo en un momento en el que existe "inquietud social" y "preocupación" por parte de las autoridades sanitarias por el consumo de estos productos en adolescentes.

También, ha adelantado que si este grupo de trabajo avanza "muy lentamente o no se llega a una postura o unas recomendaciones comunes", Aragón fijaría su postura a partir de las cuestiones que se vayan clarificando en el mismo.

Además, ha manifestado que en este debate, estudio de riesgos y posibles regulaciones van "a tener en cuenta al sector", para proponerles ciertas buenas prácticas, en el marco de su responsabilidad social.

"Han de impulsar sus propias iniciativas y, cuando participen o promocionen eventos deportivos o de otro tipo, no incitar al consumo en edades tempranas", ha apostillado la responsable de Salud Pública.

Incremento del consumo

El consumo de las llamadas bebidas energéticas con alto contenido en cafeína se ha incrementado en los últimos años, especialmente, entre los menores.

Según la última encuesta nacional ESTUDES, publicada en 2022 y con datos de 2021, en la que han participado cerca de mil estudiantes aragoneses de entre 14 y 18 años, un 39 por ciento de los adolescentes entre dichas edades ha consumido bebidas energéticas en los últimos 30 días, un 16 por ciento mezcladas con alcohol.

El crecimiento del consumo de estas bebidas ha sido de ocho puntos en dos años, ya que, según la misma encuesta, en 2019, el 31 por ciento de los adolescentes ha dicho que las ha consumido en los últimos 30 días.

Además, se ha comprobado que la ingesta de las mismas, especialmente si va combinada con alcohol, está asociada a un mayor consumo de drogas en jóvenes. Estas bebidas, además, disminuyen la percepción de intoxicación etílica en este grupo de población.

Las bebidas energéticas se caracterizan por poseer una composición que contiene cafeína, guaraná, taurina, gingseng, aminoácidos y azúcar, entre otros, si bien pueden diferir en cuando a dosis y cantidades de cada componente.

Asimismo, se deben tener muy presentes sus efectos secundarios por su influencia negativa sobre el sueño, las alteraciones cardiovasculares y metabólicas. Especial riesgo tiene su consumo mezclado con alcohol en población joven.

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