Vacuna de la gripe: beneficios y efectos secundarios
La inminente campaña frente a la gripe y la covid trae nuevamente a la palestra las preguntas sobre las vacunas y sus posibles contraindicaciones
Desde hace dos años y medio, la palabra vacuna se asocia de inmediato con la covid, primero por la ausencia de ellas y luego por las diferentes cuestiones sobre su eficacia de cara a las diversas mutaciones del SARS-CoV-2. Sin embargo, son una realidad cotidiana para la sociedad desde hace casi un siglo, especialmente en el llamado primer mundo. Y la vacuna de la gripe ya se ha convertido en un clásico de otoño, que este año puede ir de la mano en Aragón con el ‘recuerdo’ la vacuna anticovid, según las pautas de las autoridades sanitarias autonómicas.
El debate sobre las vacunas se zanja con rapidez en los círculos científicos, que se pronuncian claramente a favor de su administración al público en general, y las consideran absolutamente necesarias para la población de mayor edad o en situación de riesgo por enfermedades crónicas. La eficacia de la vacuna antigripal es muy alta, aunque naturalmente varía según las circunstancias de cada temporada, así como de las condiciones de salud de quien la recibe.
La vacuna contra la gripe colabora lógicamente al esfuerzo de que no se contraiga la enfermedad, y definitivamente alivia el padecimiento de quienes la reciben y acaban contagiándose. Según las autoridades sanitarias estadounidenses, el riesgo de acabar en cuidados intensivos bajó en 2021 un 26% entre los vacunados, con cuatro días menos de hospitalización como media en relación a los no vacunados, y el de mortalidad debida a la gripe, un 31%. También atenúa los episodios de crisis cardiacas, los de obstrucción pulmonar crónica (EPOC) y los contagios entre embarazadas, además de proteger al feto en los meses finales de la gestación y los primeros de vida tras el parto.
Posibles efectos secundarios de la vacunas de la gripe
Como ocurre con cualquier vacuna, la antigripal puede causar efectos secundarios adversos en cualquiera de sus formas. Los más comunes, todos ellos leves y con una duración máxima de 48 horas, son los siguientes:
- Dolor, enrojecimiento y/o inflamación en la zona donde se inyectó la vacuna
- Dolor de cabeza
- Fiebre
- Náuseas
- Dolores musculares
- Fatiga
Hay casos de reacciones alérgicas más severas, aunque son muy raros. Pueden aparecer dificultades para respirar, voz ronca, urticaria, palidez, debilidad o taquicardias, normalmente en las primeras horas tras la inyección. Hay que conocer las alergias propias y comunicarlas antes de vacunarse, por si se es alérgico a algún componente; eso sí, la alergia a la proteína del huevo ya no se considera como óbice en España, puesto que hay opciones de vacuna no cultivada en huevo. Es bueno permanecer al menos un cuarto de hora en el centro de vacunación tras la inyección, para poder afrontar cualquier malestar inmediatamente posterior a la inoculación de la vacuna.
Existe una vacuna atenuada (de virus vivos debilitados) que está autorizada en España. Esta vacuna solamente se utiliza en población infantil y joven sana, y los virus contenidos en esta vacuna, al estar debilitados, no ocasionan la gripe en esta población. En todo caso, las indicaciones para su utilización excluyen a las personas que con mayor probabilidad podrían desarrollar la enfermedad con un virus debilitado, como aquellas con enfermedades crónicas. La vacuna está contraindicada en menores de seis meses; en personas con fiebre o una infección aguda, la vacunación deberá posponerse hasta que se hayan recuperado.
