Cada año en torno a 25 mujeres dan a luz en casa en Aragón

Las matronas insisten en que este tipo de partos sean asistidos por profesionales sanitarios. En Aragón, hay cuatro comadronas que combinan su labor en hospitales con la asistencia en domicilios y una quinta profesional se dedica en exclusiva a ello.

Un parto en casa atendido el pasado mes de octubre por dos matronas de Ayalam en Garrapinillos (Zaragoza).
Un parto en casa atendido el pasado mes de octubre por dos matronas de Ayalam en Garrapinillos (Zaragoza).
Ayalam

El nacimiento asistido en el hogar es una alternativa al parto en el hospital que está comenzando a ser considerada por muchas parejas, aunque sigue siendo minoritaria a día de hoy y en Aragón no cuenta con ningún protocolo oficial que avale esta práctica. Según los últimos datos del INE, en Aragón dieron a luz de esta forma un total de 25 mujeres en 2017 (frente a los más de 10.000 partos que se produjeron en el ámbito hospitalario). 

"Dar a luz en casa no es parir como se paría hace 100 años, pues las condiciones han cambiadoAhora hay unos parámetros que nos permiten hacer un cribado de las mujeres que pueden dar a luz de esta forma y las que no, y es precisamente ese criterio lo que da seguridad a esta práctica", asegura una de las matronas de Ayalam, un equipo de cuatro profesionales sanitarias que combinan en Aragón su trabajo en hospitales con la asistencia a embarazadas en sus domicilios.

Detrás de Ayalam (Atención y acompañamiento libre a la mujer) están las matronas María Aller, Laura Martín, Patricia Cebrián y María Carrasco, quienes se lanzaron a esta aventura de ser autónomas hace dos años, viendo la demanda que había en la Comunidad en relación a este tipo de partos. "Aunque es retribuido, lo hacemos de una forma más vocacional, por satisfacer la demanda que había aquí en Aragón de dar a luz en casa acompañada de al menos dos profesionales, pues hasta el momento no había nadie que atendiera de esta forma. Queríamos ofrecer esa asistencia personalizada que hay mujeres que demandan y que los hospitales no llegan a conseguir, sobre todo a mujeres que hayan tenido una experiencia negativa en el ámbito hospitalario y utilizan esta otra opción para sanarse", explican.

Uno de los requisitos principales que se marcan estas profesionales a la hora de atender un nacimiento en casa es que el domicilio principal no esté a más de 20 o 30 minutos del hospital más cercano, para que en el caso de que hubiera cualquier complicación, esté siempre la posibilidad de hacer un traslado rápido en ambulancia. "Nos centramos más en la provincia de Zaragoza, sobre todo a la hora de los desplazamientos, porque tenemos que estar en las casas en un tiempo prudencial, y hasta la fecha traslados urgentes no hemos tenido ninguno. Los que hemos realizado han sido bien por agotamiento materno (porque la mujer se cansa y dice que no puede más), o porque vemos que se estanca la dilatación y no avanza, lo cual sucede en un porcentaje inferior al 20% de los casos", añaden.

El criterio para atender este tipo de partos

Las profesionales consultadas reconocen que a día de hoy todavía hay mucho "desconocimiento" en ciertos sectores que no ven este tipo de partos como una opción "segura", pero se amparan en el ejercicio de otros países, como Inglaterra u Holanda, donde hay estudios y guías de práctica clínica que incluso recomiendan a las mujeres de bajo riesgo parir en sus casas. 

En Cataluña, la Guía de Asistencia al Parto en Casa establece los criterios clínicos bajo los que se podría realizar un parto en un domicilio. Por ejemplo, que no se trate de un embarazo múltiple, que el bebé esté en posición cefálica, que no haya síntomas relevantes relacionados con el embarazo o determinados niveles de hemoglobina. Cita también los criterios que desaconsejan dar a luz en el domicilio y los factores que suponen un riesgo añadido, como que el bebé esté de nalgas. "Antaño no había discriminación entre un embarazo de alto riesgo y uno normal. No se sabía si había tenido problemas, si venía un bebé o eran dos, los controles eran escasísimos y todas las mujeres parían en casa, lo cual aumentaba el riesgo. En la actualidad, para que una mujer dé a luz en casa tiene que cumplir una serie de criterios bastante rígidos y si vemos que alguno de estos parámetros falla, esta práctica se desaconseja y se deriva a la mujer al hospital. Se hace un cribado de las mujeres que pueden y las que no, y eso es lo que da seguridad a esta práctica", reiteran desde Ayalam, que el pasado año asistió seis partos en la provincia de Zaragoza.

En Aragón, la matrona que más partos de este tipo atiende es Laura Sola, quien asiste una media de unos 20 nacimientos al año desde que comenzó a trabajar de esta forma en exclusiva en 2016. "Para mí es muy importante que prime el derecho a decidir de las mujeres sobre su cuerpo y sobre su bebé. Creo que cada mujer tiene derecho a decidir dónde, cómo y con quién parir", defiende esta comadrona, quien añade que aunque a veces surgen complicaciones que no permiten que el alumbramiento finalice en casa, una "gran mayoría" de estos nacimientos concluyen "felizmente y con buenos resultados" en el hogar.

Esta matrona insiste en la parte positiva que tienen este tipo de experiencias para la mujer y recalca que su mayor trabajo a día de hoy es "eliminar el miedo al parto".

Video:Dar a luz en casa una alternativa ms
"A veces, cuando el curso de un parto se tuerce, hay que terminarlo en un hospital y eso las mamás lo saben y se les informa durante la historia clínica e historias prenatales que realizamos previamente", añade Sola, quien confiesa que se decantó por esta opción cuando tuvo a su segunda hija. "Cuando fui madre primeriza viví una cesárea y quise que mi segunda hija naciera en casa, con los profesionales que yo había elegido. Tuve un parto maravilloso y no necesité ninguna intervención", recuerda esta matrona, quien cifra el coste de este servicio entre 1.800 y 2.500 euros por parto (dependiendo de las comunidades y del equipo sanitario que atienda).

"Dar a luz en casa para la mamá actual es una cuestión de respeto y protagonismo. Tú eres la protagonista de tu cuerpo, de hacer lo que este te pide y de todo el proceso tomando decisiones informadas, porque tienes profesionales a tu lado que te amparan. Para el bebé es un proceso muy respetuoso. Yo como profesional no intervengo a no ser que se desvíe de la normalidad y me gusta mucho ver lo que obtienen los papás. Sus caras de felicidad. Quien elige esta opción por primera vez no se espera todo lo que va a recibir", recalca esta matrona.

Beneficios de dar a luz en casa

Otro de los aspectos positivos que destacan las profesionales de Ayalam es la intimidad que consiguen las mujeres que eligen dar a luz en casa y el vínculo que se crea entre ellas y sus matronas, con quien trabajan sus deseos, miedos y expectativas para generar un clima de confianza mutua. "Durante el embarazo dedicamos muchas visitas a conocer a las mamás y la relación no termina en el momento en que da a luz, sino que luego las ayudamos en el domicilio, con la lactancia y los primeros controles del bebé. Estamos un mes después del parto teniendo visitas periódicas, de forma que ese vínculo permanece en el tiempo. Muchas de las mujeres que dan a luz de esta forma en un primer embarazo luego nos vuelven a contactar porque generalmente las experiencias son buenas", cuentan.

El precio, que oscila entre los 1.500 y los 2.000 euros, lo justifican en su caso por la disponibilidad de estar dos matronas de guardia durante cinco semanas para una sola mujer. "Nosotras siempre vamos dos para hacerlo más seguro, lo que hace que el nivel de alerta sea muy alto. Nunca vamos solas por si hubiese cualquier complicación. Así, si surge cualquier cosa, una puede estar pendiente de la madre y otra de la criatura. Trabajamos siempre en equipo", subraya Laura Martín, de Ayalam, quien matiza que en los hospitales sucede justamente al revés: una misma matrona suele atender a dos mujeres en el momento del parto, mientras que en los nacimientos en el domicilio que ellas atienden el orden es justamente a la inversa.

El hecho de poder estar acompañada de la persona que la futura mamá desea es otro aspecto que impulsa a muchas mujeres a elegir esta opción, así como el no separarse del hijo mayor (en caso de un segundo parto). "En casa ellas pueden elegir que esté su madre, su amiga, su pareja, su hermana… Además, muchas parejas no quieren esa separación de la mamá que se va 2 o 3 días al hospital y vuelve con un nuevo hermanito. Simplemente el no tenerlo que mover es importante para las familias", detallan desde Ayalam, que citan entre otros aspectos positivos del parto asistido en el hogar el respeto de los tiempos, la tranquilidad de las mamás que conocen a la profesional que asistirá el parto y el uso de métodos alternativos para tratar el dolor.

"En casa somos un poco menos rígidas con los tiempos del parto. Respetamos la fisiología y no hay esa presión añadida del hospital. Mientras todo esté bien, no hay prisa. Además, la libertad de movimentos está mucho más presente que en el hospital. Nosotras llevamos siempre una bañera para las mujeres que quieren utilizar esta herramienta que ayuda a muchas en la dilatación a llevar las contracciones mejor", concluyen desde Ayalam.

Garantizar siempre la seguridad de la madre y del niño

Por su parte, desde la Asociación de Ginecología y Obstetricia de Aragón advierten de que aquellas personas que optan por un parto en casa lo hacen actualmente bajo criterio personal, pero no bajo un "estándar" que avale una Comunidad autónoma o estamento gubernamental. "Los ginecólogos estamos a favor de la madre y a favor del feto, y entendemos las peculiaridades sociales y emocionales que hacen que este acto sea diferente en un sitio que en otro, pero hay que tener en cuenta siempre las posibilidades que tiene ese entorno y ver si es capaz de desarrollarse el parto garantizando ambas esferas, la de la seguridad y la emocional", reitera, por su parte, el ginecólogo Daniel Orós, quien señala que a día de hoy "no existe una asistencia organizada como sucede en otros países" del parto en domicilio.

"Puede que sea un acto que se esté haciendo, pero no de una forma coordinada ni controlada desde centros sanitarios. Si pasa cualquier tipo de evento, la paciente es derivada al hospital como cualquier otro paciente que sufra una hemorragia o un ictus", añade este ginecólogo, quien se muestra a favor de este tipo de partos siempre y cuando se asegure la seguridad de la mujer y del niño.

"Hoy por hoy los resultados perinatales de nuestro país son muy buenos gracias a que desde hace muchos años hay un trabajo coordinado entre sanitarios. Y lo que hace falta es mantener estos estándares de calidad en el domicilio", concluye Orús.

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