La relación entre comida y felicidad es más estrecha de lo que parece y, en ella, entra en juego otro factor importante: la salud. Así, está demostrado que el bienestar emocional es directamente proporcional a los nutrientes que se aportan al organismo.

Por tanto, los alimentos con exceso de grasas y azúcares proporcionan una falsa euforia, que dura lo mismo que su ingesta, y que falla a la hora de incorporar los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del cerebro. Sin embargo, una dieta sana y equilibrada contribuye a crear neurotransmisores que favorecen un buen estado de ánimo, gracias al aporte de magnesio, ácidos grasos esenciales y vitaminas.

Por tanto, un menú saludable se basa fundamentalmente en la presencia de frutas y verduras, así como en el consumo de carne, pescado y huevos, sin olvidar las legumbres y los cereales. Partiendo de esta premisa, se proponen a continuación varios platos que contienen los nutrientes y principios activos necesarios para promover la felicidad. ¿Cómo resistirse?

De primero: ensaladas variadas, menestras o platos de verdura con patata son la opción ideal. Para las primeras, se recomiendan especialmente la zanahoria, la manzana, los espárragos, el huevo duro, el aguacate y las nueces por contener aminoácidos esenciales para el organismo e intervenir directamente en la regulación del ánimo. Para la segunda opción, el brócoli y otras verduras de hoja verde, como las acelgas, son ricas en vitaminas y, por tanto muy recomendables. Sin olvidar las espinacas, fuente de ácido fólico.Muy importante contar con las legumbres. Garbanzos, lentejas y soja contienen otro de los aminoácidos que ayudan a combatir la depresión y, cocinados con verdura y arroz constituyen un plato único muy completo desde el punto de vista nutritivo, además de delicioso.

De segundo: las carnes y los pescados, como fuentes de proteínas animales junto con la leche y el huevo, son muy apropiados para una dieta saludable. Destacan el salmón, el atún o las sardinas por ser alimentos ricos en ácidos grasos omega 3. De postre: las frutas son la forma más sana de poner el broche de oro a una comida. De todas ellas, el plátano, por su aporte en magnesio, los cítricos, fuentes de vitamina C, y la manzana, con mucha fibra son las más involucradas en el bienestar emocional.No obstante, en pequeñas dosis una onza de chocolate o un poco de miel en el té también ayudan a las defensas. Unos dulces integrales con un toque de canela o unos copos de avena en el yogur son otras de las opciones recomendadas para finalizar la comida.

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