Tercer Milenio

En colaboración con ITA

El futuro de los antibióticos pasa por generar nuevos fármacos de espectro reducido

Según los científicos, en unos años las muertes por la resistencia a los antibióticos podrían superar a las del cáncer o las patologías cardiovasculares.

La resistencia a los antibióticos causará más muertes que el cáncer en el año 2050
La resistencia a los antibióticos causará más muertes que el cáncer en el año 2050
Pixabay

La resistencia a los antibióticos causa unas 2.800 muertes al año en España, pero además el consumo de los de amplio espectro puede generar graves problemas de salud, de ahí que el futuro pase por descubrir dianas terapéuticas, dirigidas a bacterias concretas, como ya se hace con el cáncer.

En esta "revolución" trabajan investigadores, como el presidente de la Asociación Nacional para el Descubrimiento de Nuevos Antibióticos, Domingo Gargallo-Viola, quien en una entrevista incide en la necesidad de descubrir nuevos antibióticos, de espectro reducido, para "matar directamente al patógeno en cuestión, sin afectar al resto del cuerpo humano".

Para los antibióticos de amplio espectro, los que actúan en estos momentos para combatir numerosas bacterias, no hace falta un diagnóstico y no hay que tener identificada la bacteria que causa la infección porque actúa contra una amplia gama de patógenos.

Pero el antibiótico en sí también afecta a la flora intestinal, puede producir diarreas, problemas en el aparato digestivo graves y crónicos y de colón irritable.

"Esto no pasaría con un producto de espectro reducido porque matarías al patógeno en cuestión, sin afectar al resto, pero además tampoco generarías tantas resistencias a los antibióticos con la frecuencia que se hace ahora", según el experto.

Este es "un tema grave" -advierte el bioquímico- y España es uno de los países donde está más presente este problema que está asociado al excesivo consumo de antibióticos, moléculas que "solo hay que consumir cuando son estrictamente necesarios".

Sin embargo, en España se hace un uso inadecuado por falta de conocimiento y esto nos lleva a tener un porcentaje de cepas resistentes muy alto.

Además, a esa resistencia a los antibióticos también contribuye que en los últimos 55 años no se hayan producido nuevos fármacos de amplio espectro, es decir, el no haber renovado el arsenal de antibióticos y seguir trabajando con las mismas moléculas.

Se abusa de los antibióticos por parte de los pacientes y también se prescriben demasiado, pero "es una situación compleja" porque los médicos y farmacéuticos "sufren una gran presión desde el punto de vista social por ese desconocimiento".

Los últimos estudios científicos han evidenciado, además, que no es necesario tomar antibióticos durante muchos días para exterminar todos los patógenos y evitar que haya cepas resistentes.

Ahora lo que hace falta son estudios que demuestren en qué momento se tiene que detener el tratamiento y qué dosis, es decir conseguir las dosis adecuadas y los días mínimos para acabar con todos los microorganismos.

Las bacterias que causan los principales problemas de resistencia son las denominadas gram-negativas, las 'killer', las que cuestan más de tratar porque de alguna manera ya, genéticamente y estructuralmente, "están capacitadas para sobrevivir a la presencia de antibióticos y se vuelven indestructibles".

"Nos enfrentamos a bacterias con riesgo de convertirse en clínicamente incontrolables", según el especialista, y el problema es que éstas nos vayan colonizando a nivel global, y ahí las personas que pueden tener más problemas son las que tienen el sistema inmune más vulnerable.

Esa es la combinación "más dramática", un "coctel explosivo" que hace pensar en un futuro "apocalíptico" si no se toman medidas, un futuro en el que las muertes por infecciones podrían superar a las relacionadas con problemas cardiovasculares o el cáncer.

Hay que reducir en lo posible el uso de los medicamentos, utilizarlos racionalmente y descubrir nuevas fórmulas que permitan, tras el diagnóstico, combatir bacterias específicas.

Pero producir estos nuevos antibióticos es tarea complicada por la diversidad genética de las bacterias y para apreciar esa "inmensidad" el bioquímico pone un ejemplo.

Los mamíferos están en la tierra desde hace 65 millones de años y necesitan meses y años para reproducirse. Las bacterias llevan 3.000 millones de años y además se reproducen cada 15 minutos, con lo que en términos absolutos son muchas más y algunas se hacen multirresistentes.

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