Descubre por qué no hay que sustituir el azúcar por otros edulcorantes

Las dietas saludables optan, en muchas ocasiones, por reducir la ingesta de este compuesto, pero el problema está en los alimentos que esconden que lo contienen.

Azúcares y edulcorantes están presentes en multitud de productos que se consumen a diario y su elevada ingesta es perjudicial para la salud.
El azúcar está presente en multitud de productos que se consumen a diario y su elevada ingesta es perjudicial para la salud.

Está presente en la bollería, las galletas y los refrescos. También en las salsas y los embutidos e, incluso, en los alimentos destinados a la pérdida de peso: el azúcar es uno de los compuestos más presentes en la vida diaria. España sobrepasa su consumo y en muchas ocasiones se le culpa de causar obesidad, diabetes, accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardíacas y renales e infertilidad. Todas estas patologías están asociadas con un consumo excesivo.

Por ello, muchas dietas y el concepto de 'alimentación saludable' tienden a apartar este condimento del menú y a sustituirlo por otros edulcorantes para mantener el sabor dulce. "Una de las teorías es que la lucha por la supervivencia ha podido hacer que el hombre asocie los sabores amargos con lo tóxico y se sienta atraído por lo dulce", explica Beatriz Martínez, nutricionista del centro zaragozano Fisioterapia en forma.

Para conservar ese gusto, muchos reemplazan el azúcar por otros edulcorantes. Pero, ¿realmente es necesario? "No es la solución ya que se mantienen el umbral de tolerancia al sabor. Además, pueden aumentar el apetito. El consumidor se debe acostumbrar a los alimentos no endulzados, la clave está en 'desengancharse' del azúcar", señala Martínez. Sustituir el azúcar por otros edulcorantes como un compuesto más saludable es uno de los mitos que hay en torno al azúcar y que hay que desterrar, como "el más extendido de que el cerebro necesita azúcar para funcionar, porque sí la requiere pero puede producirla a partir de otros nutrientes", indica.

El problema del azúcar reside en que pasa desapercibida en muchos productos. El consumidor es consciente de que se encuentra en los dulces y los refrescos pero, por lo general, desconoce que también está presente en las pizzas, en el kétchup, en el tomate frito, en la salsa de soja o los embutidos. Así no sabemos cuánto azúcar tienen los alimentos que comemos.  "No hay que tenerle tanto miedo al azúcar que le echamos al café como al que está intrínseco en el alimento y no lo podemos ver", asegura la nutricionista. Martínez recomienda aprender a identificar las fuentes de azúcar añadida con herramientas suficientes para llevar una alimentación saludable, "algo sencillo si basamos nuestra alimentación en productos como fruta, verdura, frutos secos, legumbres, cerales integrales, carnes y pescados frescos, huevos...", es decir, volver a consumir 'comida'.

Aun así, la dietista advierte de que también hay que fijarse en la calidad de los alimentos sin azúcar añadida porque "por ejemplo, una galleta sin azúcares añadidos con grasas no saludables, edulcorantes y harinas refinadas no debe considerarse saludable".

Claves para hacer del azúcar una aliada

¿Cuánto azúcar hay que consumir para mantener una alimentación sana?: "Por debajo de 25 gramos al día o el equivalente a seis terrones de cuatro gramos. Parece mucho, pero, si la base de nuestra alimentación son alimentos procesados, no es difícil alcanzar estas cantidades", detalla la nutricionista.  ¿Cómo compro alimentos sin azúcar 'escondido'?: "Es la asignatura pendiente. Tenemos que fijarnos en la etiqueta, en el apartado de hidratos de carbono y dentro de este, en la parte que dice 'de los cuales azúcares...' Leyendo los ingredientes no es suficiente ya que el azúcar puede denominarse con otros nombres", explica Martínez.- Ir al suplemento de salud 

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