Es inevitable. La mayoría de las ocasiones en las que se come un plato de pescado se disfruta solo en cierta medida porque se piensa en ello constantemente. Se quiere evitar a toda costa que ocurra ese momento en el que se saborea un delicioso trozo de salmón, rape, lenguado, palometa, dorada o chicharro, que posteriormente se desmenuza pero que, a la hora de tragarlo, causa una sensación extraña.

En ese caso pueden haber ocurrido dos cosas: o que te hayas tragado una de sus espinas o, aún peor, que se te haya quedado atascada en la garganta. El pescado es muy sano y necesario en toda dieta, pero sus múltiples beneficios no evitan que pueda producirse esta sensación incomodísima que además puede llegar a originar dolor, inflamación de los tejidos afectados e hinchazón, la cual dificulta la búsqueda del hueso y puede provocar asfixia, sobre todo en los niños. Por todo ello, es mejor eliminarla de la garganta lo antes posible. Además, el hecho de que se haya limpiado en la pescadería no garantiza que se hayan eliminado todas las raspas, por lo que conviene degustarlo con cierta cautela.

Si aun así te ocurre esa irritante circunstancia y se te queda atravesada, aunque en algunos casos será preciso acudir a un profesional por la dificultad de extraerla, en otros muchos lo puedes hacer tú mismo de manera sencilla. Bajo estas líneas puedes encontrar algunos consejos para salir airoso de estas situaciones.

No intentes empujar la espina con comida dura, pues esto puede hacer que se introduzca aún más en los tejidos o que se parta en varios trozos, lo que hará mucho más difícil retirarla. Tampoco es conveniente que se den palmadas en la espalda ni en la garganta, ni que se aplique la maniobra de ‘Heimlich’, pues se causarían más daños en la mucosa. Tose con cuidado, pues puede ayudarte si la espina no está muy profunda. Pero si eso hace que aumente el dolor, para. Si tienes unas pinzas (mejor que sean largas), puedes tratar de atraparla con ellas, ya que en muchas ocasiones esta se encuentra en un lugar visible. Sírvete de un espejo y una linterna para tenerlo más fácil al examinar tu garganta, y, si estás acompañado, pide ayuda. Traga alimentos suaves y ligeros que puedan hacer que la raspa se desplace como plátanos, malvaviscos, miga de pan, arroz cocido o puré de patatas, además de agua. Si has intentado todo esto y no has conseguido nada, no puedes aguantar el dolor, sientes asfixia, la espina lleva varias horas atascada sin moverse del mismo sitio e incluso si no estás seguro de haberla eliminado de la garganta, deberás acudir a un profesional.- Ir al suplemento de salud.