Biomedicina

Donantes aragoneses ayudan a la investigación científica en todo el mundo

El Biobanco del Sistema de Salud de Aragón tiene importantes colecciones de muestras biológicas que se utilizan en proyectos internacionales.

Ultracongeladores del Biobanco del Salud aragonés.
Donantes aragoneses ayudan a la investigación científica en todo el mundo
BIOBANCO

De Aragón a Estados Unidos. Las muestras recogidas por el Biobanco del Sistema de Salud de Aragón sirven para mejorar las investigaciones de grupos extendidos por todo el mundo. Desde su nacimiento en 2009, “el Biobanco ha participado en más de 50 proyectos, 30 de ellos de investigadores en Aragón”, explica Diego Serrano, coordinador técnico del centro. Los hospitales aragoneses y la Universidad de Zaragoza se benefician de la actividad del Biobanco, pero también hospitales de Barcelona, Valencia o Sevilla utilizan sus muestras. Incluso varias universidades estadounidenses han realizado peticiones.


Todo empieza cuando se realiza una prueba a un paciente del que interesa obtener una muestra. Antes de realizar la extracción, el personal médico le propone colaborar con el Biobanco. La forma es sencilla: solo tiene que dar el consentimiento para que el excedente del diagnóstico se utilice en futuras investigaciones. “Más del 90% acepta”, asegura Serrano. El donante siempre puede decidir si hay algún tipo de pruebas para las que no quiere que se utilicen (por ejemplo, experimentos que utilicen animales) o si permite que se pueda contactar con él posteriormente


Una vez extraído el material biológico, se congela rápidamente. El ADN, el suero y el plasma se guardan a -80º, mientras que las células deben conservarse a -198º. También se registra la procedencia de la muestra y los datos que interesen a la investigación, como, por ejemplo, los hábitos dietéticos del donante. El Biobanco siempre puede trazar la procedencia del material, pero es anónimo para los investigadores que solicitan las muestras y datos.


El respeto por la información privada de los pacientes es una de las bases de los biobancos, que adquirieron gran importancia tras la decodificación del ADN en 2001. En ellos se guardan en buenas condiciones muestras biológicas y mantienen la confidencialidad, lo que permite el desarrollo de la investigación.


La existencia de un Biobanco en Aragón produce muchos beneficios para la comunidad. “El principal es el desarrollo de investigaciones de gran calidad científica”, señala Diego Serrano. Además, los contactos que se establecen con grupos de investigación de otros lugares de España o extranjeros por medio del Biobanco fomentan la participación de investigadores aragoneses en proyectos de relevancia internacional.


Para los ciudadanos también es útil. La investigación puede mejorar la detección y tratamiento de enfermedades, pero además contribuye a mejorar el funcionamiento de los hospitales, permitiendo optimizar los recursos y abriendo un mayor horizonte asistencial. La ciudadanía se siente partícipe del desarrollo científico gracias a sus donaciones, por lo que se fomenta el apoyo a la investigación.


El Biobanco de Aragón tiene una estructura en red. La titularidad del Biobanco y su gestión corrresponde al Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud, pero las muestras se localizan en distintos centros sanitarios aragoneses: el Hospital Miguel Servet, el Clínico Lozano Blesa, el Hospital San Jorge de Huesca y el Banco de Sangre y Tejidos de Aragón. Las muestras, que pueden ser de ADN, sangre, plasma, suero u orina, se dividen en colecciones.


Cada colección está dedicada a un tipo de investigación. Hay colecciones de tumores, pero también relacionadas con enfermedades lisosomales, como el síndrome de Gaucher. Este es una enfermedad de las denominadas raras, por lo es muy interesante conservar muestras de estos pacientes. Aunque para Serrano, “todas las colecciones son importantes”, ya sea por su rareza como por su extensión. Otras colecciones son las de dislipemias primarias (problemas con el metabolismo de los lípidos), esclerosis múltiple y patologías digestivas. Se guarda lo que los investigadores demandan.


El Biobanco también acoge las muestras del ‘Aragon Workers Health Study, un estudio sobre enfermedades cardiovasculares en el que las donaciones proceden de los trabajadores de la planta de General Motors en Figueruelas y promovido por el Gobierno de Aragón a través del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud y por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares. Una colección “puntera”, que permite conocer las condiciones de salud cardiovascular de estas personas a lo largo de su vida laboral y en la que participan científicos de reconocido prestigio como Valentín Fuster o el aragonés José María Ordovás, entre otros.


La financiación del Biobanco de Aragón procede fundamentalmente del Instituto de Salud Carlos III, lo que permite la contratación de dos personas. Tambiés es muy importante la colaboración de los hospitales aragoneses, que aportan el personal y los instrumentos de extracción, y del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud, que se encarga de la gestión y coordinación técnica. Un trabajo en colaboración que permite que las muestras de donantes en Aragón mejoren la investigación científica en todo el mundo.



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