Por
  • Isaac Tena Piazuelo

Olor a pólvora

Olor a pólvora
Olor a pólvora
Heraldo

Hace poco tuvo lugar en la Academia Aragonesa de Jurisprudencia una magnífica conferencia de A. Blanc Altemir, catedrático de Derecho internacional de la Universidad de Lleida. 

Analizaba el origen y la evolución de la guerra que se libra desde hace años en el Este, y del enfrentamiento bélico (ahora en Gaza) entre israelíes y palestinos. Inevitablemente, dejaba en el aire la incertidumbre de cuándo concluirán esos conflictos armados ¿Llegarán a contagiarse a otros países? Semejante temor podría modificar nuestro enfoque de los acontecimientos, si pasamos de la empatía con los extraños (ya sean ucranianos, gazatíes, rusos, o israelíes) a preocuparnos principalmente por nosotros mismos. Resulta egoísta, pero es natural, primum vivere.

Qué bueno sería alejar aquellas inquietudes, pero el mero hecho de tenerlas constituye un motivo de preocupación. Escuché por la radio que un informe del Servicio Federal de Inteligencia alemán decía que, en un término de cinco años, Rusia atacaría a un país de la OTAN. Me pareció una premonición de mal gusto. Sin embargo, la pandemia nos enseñó cómo ciertos riesgos no son tan lejanos como parecen, y que nuestras fortalezas a veces no aguantan. Me siento obligado a recordarlo, del mismo modo que cierto filósofo reconocía su propósito de hacer la vida más difícil a sus lectores.

Al ojear la prensa europea se percibe que existe tensión bélica. Continúa el enfrentamiento difuso entre las grandes potencias en otros lugares

Al ojear las portadas de prensa se percibe que algo está cambiando en el panorama europeo, existe tensión bélica. Continúa el enfrentamiento difuso entre las grandes potencias en otros lugares. Pero se añade ahora que Europa tiene que responsabilizarse de su defensa, destinando unas partidas presupuestarias importantes. Habrá menos para gastar en los objetivos de progreso y pacifismo, pero el tío americano (se llame Joe o Donald) amenaza con ir a lo suyo. Por sorprendente que parezca, está renaciendo el debate sobre el servicio militar en países que lo suprimieron hace décadas. Otros, como Dinamarca, proponen extender la mili obligatoria a las mujeres, alargando la instrucción notablemente. Y países históricamente neutrales (como Suecia) deciden alinearse dentro de la OTAN con todas las consecuencias. Hay lista de espera. De vez en cuando surgen declaraciones de impacto de líderes europeos como Macron, o de nuestra ministra de Defensa sin ir más lejos y, por descontado, también amenazas recurrentes por parte de Putin. Zelenski, no cesa de alertar de que vamos a correr su misma suerte si no arrimamos más el hombro. Hay análisis alarmantes sobre riesgos en el Viejo Continente o titulares demasiado explícitos en medios de comunicación, etc.

Por si servía de provecho he preguntado a uno de los modelos de Inteligencia Artificial, como portentoso oráculo de los tiempos modernos. Su respuesta, aunque decepcionante, es bastante sensata: "Como inteligencia artificial, no tengo la capacidad de predecir eventos futuros con certeza. La posibilidad de otra guerra en Europa depende de una variedad de factores geopolíticos, sociales, económicos y políticos que pueden ser difíciles de prever". Bravo por el invento y sus algoritmos, ‘game over’.

Pero se añade ahora que Europa tiene que responsabilizarse de su defensa, destinando unas partidas presupuestarias importantes

A pesar de todo, confío en la capacidad del ser humano para buscar el bien y en el instinto de supervivencia de la especie. Seguramente las cosas no se saldrán de madre. El recelo de que alguien, por torpeza o por desesperación, recurriese al armamento nuclear es suficientemente disuasorio. Por aquello que en los momentos calientes de la Guerra Fría se denominaba ‘Destrucción Mutua Asegurada’, por el miedo recíproco a que no se salve ni el apuntador. Sin embargo, no vendría mal meditarlo muy en serio. Tal vez así recobrásemos la serenidad que en algunas cosas hemos podido perder ¿Qué harías tú si supieras que se ha iniciado una cuenta atrás? Probablemente todo cobraría otro valor.

Isaac Tena Piazuelo es catedrático de Derecho civil y numerario de la Academia Aragonesa de Jurisprudencia y Legislación

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