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Cartas al director de HERALDO: La letra ‘be’ da mucho juego

La letra ‘be’ da mucho juego
La letra ‘be’ da mucho juego
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La letra ‘be’ da mucho juego

El Diccionario dice que ‘be’ significa que queda fuera del control de la Hacienda pública y de rango secundario en una clasificación. Y así tenemos ‘cara be’, contabilidad ‘be’, dinero ‘be’, plan ‘be’. 

¿Por qué se le da a la ‘be’ ese papel secundario, porque es la segunda letra? De la ‘a’, el Diccionario no dice que sea de rango principal, aunque sí existe la ‘cara a’ en los discos. Hace años trabajé en la sección de contabilidad B de una empresa, entonces llamada ‘contabilidad no oficial’. La llegada de los americanos como socios eliminó la contabilidad B, lo que supuso la pérdida de tres puestos de trabajo. También se la llama ‘contabilidad paralela’. Las empresas que la utilizaban llevaban doble contabilidad. Dinero B es también conocido como dinero negro. El plan B es aquel que conviene tener si nos falla el plan principal en un proyecto, y que a menudo salva la situación. ‘Por hache o por be’ se refiere a que por un motivo o por otro no se ha realizado algo. ‘Plan B’, título de tres películas, músico británico de ‘hip hop’ y ‘soul’, una de las marcas comerciales de la píldora del día después, canción de Massacre. En cuanto al dinero en B, el sistema Hawala es un método que puede ser utilizado para lavar el dinero negro, consistente en enviar dinero de un país a otro sin pasar por el sistema financiero formal. El ‘hawaladar’ al que se contacta buscará otro ‘hawaladar’ en el país del receptor, quien hará llegar el dinero al destinatario final. En lo que se refiere a la música grabada, la cara A y la cara B son los términos con los que se conoce a los dos lados de los discos de vinilo de siete pulgadas, en los que originalmente se publicaban los sencillos musicales en los años cincuenta.

Antonio Nadal Pería. ZARAGOZA

El Consistorio no se cansa

Cuando caminas a la vez que disfrutas observando la larga y ancha plaza del Pilar, te vuelven a la memoria con nostalgia los grandes maceteros con flores multicolores que tenían de añadido sus respectivos bancos, frente a la fachada del Ayuntamiento. Por desgracia, alguien tomó la fatal decisión de quitarlos, siempre a espaldas de las necesidades del ciudadano, pues hay muchos para quienes, por avanzada edad o por algún tipo de patología, caminar y disfrutar de las vistas se convierte en un doloroso suplicio. Y no te digo si caminas con el apoyo de muletas o bastones, no te queda otra que sentarte en alguna silla tarificada de los bares o restaurantes. O quizás podrás descansar, si tienes la suerte de que esté vacío, cosa improbable, en alguno de los viejos bancos de mármol desgastado que hay junto a las grandes farolas de la plaza. Quien gobierna las ciudades quiere tener los mejores tranvías y autobuses eléctricos del mundo. Con ello podrá ostentar el título de gran defensor del medio ambiente. Condecoración vanidosa. Pero debe poner los pies en el suelo y debería haber repuesto los hermosos maceteros con flores de colores, con sus respectivos bancos, en su plaza abandonada de árboles y cualquier tipo de extensa superficie floral. Quizás algún día en Zaragoza tengamos nuestra propia torre Eiffel, pero por ahora, descansar sentado mientras comemos un cruasán aragonés en armonía con las flores multicolores de la plaza del Pilar debería ser lo máximo de lo máximo.

Jorge Juan Bautista Solano Amigo. ZARAGOZA

Aquellos programas de mano

Una de la cosas que mantienen en su retina la legión de aficionados al cine, pese al tiempo transcurrido, son los prospectos de películas. La mayoría mostraban en su parte delantera el título y en la trasera los nombres de los intervinientes, siendo de dimensiones reducidas. Había algunos que destacaban por la fantasía de su diseño, hasta el punto de mostrar alguna silueta recortada. Estos ‘programas de mano’ se exhibieron primero en las salas de teatro y cuando aparecieron los locales de cine reprodujeron modos asentados en los teatros. Pese a su carga evocadora y nostálgica, tuvieron una vida corta, ya que empezaron a divulgarse por los años treinta y decayeron en la década de los setenta. Pero, repartidas en los cines, estas notas explicativas de todo tipo de filmes conseguían que, gracias a la información recibida, estuvieras ya dispuesto a ver la siguiente película.

Mar Ramos Navarro. ZARAGOZA

Los niños, víctimas de la guerra

En la actualidad podemos ver la tragedia producida por dos guerras que nos afectan a todos de una u otra manera, aunque parezcan lejanas. En ambas una parte de los heridos y muertos son niños, víctimas inocentes. Estas consecuencias de las guerras no son exclusivas de nuestra época. Ya Goya, a principios del siglo XIX, representó como nadie a los niños enfermos y muertos víctimas de la Guerra de la Independencia en nuestro país, en ‘Los desastres de la guerra’. Son 82 grabados realizados entre 1810 y 1815. El horror de la guerra se muestra crudo y penetrante en esta serie y sus estampas detallan las crueldades de las actividades bélicas y el hambre. El resultado es un conjunto de imágenes desoladoras y sobrecogedoras por su intensa carga dramática. En catorce de los grabados aparecen niños, tanto sanos, como enfermos, desnutridos y muertos; dibuja las alteraciones anatómicas y sus lesiones y enfermedades, siempre en el contexto de la época. El total de niños que aparecen en la serie es de diecisiete, de ambos sexos, desde lactantes hasta adolescentes. Once niños aparecen vivos y seis muertos. Goya nos muestra, partiendo de acontecimientos reales, la representación universal del heroísmo, la brutalidad, el hambre, la desesperación, la destrucción y, sobre todo, la muerte. Y todo ello protagonizado por el pueblo anónimo, verdadera víctima de la guerra.

Jesús Fleta Zaragozano. ZARAGOZA

El buen uso del dinero público

El dinero público debe ser destinado para dar servicios en beneficio de los ciudadanos. Y no para pagar los caprichos de los políticos de turno que gobiernan. Eso puede repercutir en la subida de los impuestos para poder pagar el déficit generado. Cuando además las infraestructuras viarias, en algunos casos, deja mucho que desear. No es de recibo encontrarse una baldosa rota en la acera, un socavón en la calzada, señales de tráfico vandalizadas por los delincuentes urbanos, etc. Y todo eso lo pagamos los ciudadanos. Por tanto, creo que nos merecemos un respeto. Señores políticos, sólo se les pide que sean buenos gestores del dinero público.

Pascual Enrique Gimeno García. ZARAGOZA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas. cartas@heraldo.es

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