Una situación comprometida

El presidente de Aragón, Jorge Azcón, junto a sus homólogos Isabel Díaz Ayuso (Madrid), Carlos Mazón (Valencia) y Fernando López Miras (Murcia), en el Senado.
El presidente de Aragón, Jorge Azcón, junto a sus homólogos Isabel Díaz Ayuso (Madrid), Carlos Mazón (Valencia) y Fernando López Miras (Murcia), en el Senado.
Enrique Cidoncha

En las elecciones del 23 de julio, la Comunidad Valenciana contribuyó al grupo del Partido Popular en el Congreso con trece diputados, la Región de Murcia con cuatro y Cataluña con seis. Así que el frente trasvasista que se ha formado dentro del PP –o que siempre ha existido– cuenta con veintitrés escaños en el Congreso, lo que supone un peso político muy considerable. 

Frente a ellos, el PP de Aragón dispone de solo siete diputados. Son los efectos electorales de la demografía, ya lo sabemos: los aragoneses, del color político que sea, somos pocos en comparación con los compatriotas de otras regiones. Si se suman, como en este caso, las tres regiones levantinas, nos superan de largo. El caso es que el frente trasvasista del PP ya está activado, o reactivado, y aunque de momento no controla palancas para hacer efectivos los trasvases que planea, hará ruido. Ya lo está haciendo. El presidente de Aragón y del PP aragonés, Jorge Azcón, ha sido claro y contundente respecto a la cuestión del agua: en Aragón (en la cuenca del Ebro) no sobra ni una gota, los trasvases son una línea roja que no se puede cruzar y los populares aragoneses siempre estarán en contra. Muy bien, me parece que en eso hay consenso más que suficiente entre las fuerzas política de la Comunidad y también en la sociedad. Pero la batalla del trasvase puede ser complicada para Azcón y para el PP aragonés. Porque ya no basta con las declaraciones meridianas. La proposición no de ley presentada en el Congreso por el PP nacional –en definitiva, por Núñez Feijóo– obligará muy pronto a los diputados aragoneses a definirse. Aunque no se use la palabra, no cabe engañarse ni engañarnos, el texto aboga por los trasvases como remedio a las sequías. Para Aragón no tiene pase. Si los diputados aragoneses del PP votan a favor de la proposición estarán apoyando lo que dicen que es inaceptable. Si le echan coraje y votan en contra, estarán abriendo una brecha interna en su partido. Veremos.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos por Víctor Orcástegui en HERALDO)

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