La innovación
Al finalizar el pasado año, en una entrevista que realizó HERALDO al importante científico aragonés Mateo Valero, ahora director en Barcelona del Supercomputing Center, que al igual que otros paisanos suyos ha tenido que desarrollar su carrera en el lugar que le ha sido posible, dijo literalmente que "donde se pone dinero hay ciencia; donde no se pone es escasa".
Igualmente manifestó que en España se dedica poco dinero a la investigación, que en Europa en algunos países se dedica algo más, pero cuando ves lo que invierten Estados Unidos, Corea del Sur o China, se comprueba que la inversión es infinitamente superior y los resultados están a la vista.
Todo esto es cierto y yo he venido defendiendo desde hace tiempo en diversos artículos la necesidad de esta fuerte inversión por parte de nuestra Comunidad autónoma, cualquiera que fuere el gobierno vigente. Y así concluía en HERALDO del 24 de octubre de 2017 (‘Aragón y la innovación’) diciendo que "es un axioma que la innovación puede llegar a ser la mayor fuente de riqueza de las naciones"; la inversión es la clave de la innovación.
Pero también es cierto que resulta fundamental que vaya bien dirigida y, por ello, en un artículo que firmé en HERALDO el 9 de junio de 2006, aconsejaba coordinar los esfuerzos del Gobierno de Aragón, la Universidad, las organizaciones empresariales, los sindicatos y las instituciones financieras para crear un foro de contacto permanente que permitiera la trasferencia de conocimientos a las empresas aragonesas.
Estas reflexiones me llevan al interesante artículo de la catedrática de nuestra universidad Ana Isabel Elduque (octubre de 2019) en el que resaltaba que los equipos multidisciplinares y la colaboración entre las empresas y la universidad son dos claves para la investigación y la innovación. Una clara y gratificante muestra de ello es el hecho de que, con la reciente concesión al instituto de Nanociencia y Materiales (Universidad de Zaragoza-CSIC) de la prestigiosa acreditación Severo Ochoa, nuestra Comunidad pasa a situarse en la primera liga de la investigación científica de España, junto con otros centros ubicados casi todos ellos en Madrid y Barcelona, y por ello todos los aragoneses deberíamos estar muy contentos como subrayó el rector José Antonio Mayoral.
Pero en este momento yo creo que es necesario que quienes rigen políticamente los destinos de Aragón superen ese foro de contacto, que yo anunciaba, y además de ello crear un órgano específico desde el que se dirija, con un enfoque holístico, es decir, de forma integral y global el complejo mundo de la innovación en Aragón, dándole el máximo impulso dentro de nuestras posibilidades.
Y finalmente, como este artículo va dirigido también a todos nuestros científicos, quiero recordarles la humilde y famosa frase de Albert Einstein –uno de los más importantes científicos de los últimos siglos–, quien en una entrevista que concedió a un periodista en Nueva York dijo: "Todo el que se dedica en serio a la actividad de la ciencia se convence de que un espíritu se manifiesta en las leyes del universo, un espíritu inmensamente superior al hombre y ante el que nosotros, con nuestro modestos poderes debemos sentirnos humildes". Es bueno recordarlo a todos, opinen o no como este sabio.
Fernando Víctor Zamora Chueca es abogado
