Captación impecable

Begoña Gómez durante la presentación
Begoña Gómez
Efe

En el tiempo del primer estado de alarma de la pandemia, primavera de 2020, Begoña Gómez Fernández, esposa de Pedro Sánchez, codirigía en la Universidad Complutense un máster sobre ‘Dirección de captación de fondos públicos y privados en organizaciones sin ánimo de lucro’. 

‘Fundraising’ lo llaman a eso. Cabía discutir, y se discutió entonces, si Gómez tenía o no la cualificación académica necesaria para desempeñar ese puesto. Pero lo que sí parece claro es que algo sabía de la materia que se impartía en el curso, puesto que, por esas mismas fechas, coadyuvó, con unas cartas de recomendación, a que una empresa ‘captase’ algunos millones del contribuyente. Así que el codirigido por ella debía de ser un buen máster, se aprendía con el ejemplo. A lo mejor es a ese tipo de másteres a los que se apuntan hermanos, esposos, cuñados y primos de algunos de nuestros políticos para convertirse en hombres y mujeres de provecho. ¿Era legal la intercesión de la esposa del presidente del Gobierno en la asignación de unas subvenciones millonarias concedidas por ese Gobierno? Puede que sí. Hasta es posible que nos tengamos que tragar que, como ha dicho la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, la adjudicación de esas subvenciones fue "impecable", a fin de cuentas ya se sabe que en determinadas circunstancias pulpo vale como animal doméstico. Pues vale. Pero en el Gobierno y en el partido que gobierna –o que hace como que gobierna–, y también en el de la oposición, que gobierna en otros niveles, tendrían que comprender que a muchos ciudadanos les parezca raro y poco apropiado que familiares de políticos aparezcan con tanta frecuencia implicados en el trasiego de los dineros que el Gobierno ‘capta’, tan impecablemente, de nuestros bolsillos.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos por Víctor Orcástegui en HERALDO)

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