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  • Editorial

La ONU exige un alto el fuego inmediato en Gaza

Edificios destruidos tras los bombardeos del ejército israelí en la Franja de Gaza.
Edificios destruidos tras los bombardeos del ejército israelí en la Franja de Gaza.
LaPresse

Por primera vez desde que estalló la guerra de Gaza por los atentados de Hamás del 7 de octubre, el Consejo de Seguridad de la ONU ha votado una proposición de alto el fuego. Para su aprobación ha sido clave que Estados Unidos no haya ejercido el derecho de veto, lo que ha provocado la ira del Gobierno israelí. 

El legítimo derecho de Tel Aviv a defenderse frente al salvaje ataque terrorista ha sido reconocido por la comunidad internacional. Pero, incluso en la guerra contra el terrorismo hay normas. Toda democracia debe respetarlas según lo estipulado en el Derecho internacional.

La resolución de Naciones Unidas reclama el cese de las hostilidades y la liberación de los más de 200 rehenes que Hamás mantiene en su poder. Ha sido propuesta por los diez miembros no permanentes del Consejo, y apoyada por cuatro de los permanentes (Gran Bretaña, Francia, China y Rusia) con la abstención de Estados Unidos. Llega en un momento crítico en la guerra, con las Fuerzas Armadas de Israel a punto de entrar en la ciudad de Rafah en pleno mes de Ramadán. Aunque sea tras seis meses de guerra, el texto aprobado supone el triunfo de los pequeños en un Consejo bloqueado por el añejo sistema de veto y representa también un cambio de posición de Washington. En año electoral, el respaldo que ha mantenido el presidente Biden a Tel Aviv limita su popularidad entre los jóvenes y la minoría árabe estadounidense, cuyos votos necesita para ganar el 5 de noviembre. Más allá de la política interna estadounidense, el conflicto en Gaza ha llegado a un punto en el que Israel, al que asiste la fuerza moral de su razón como Estado democrático, no puede continuar embarcado en su guerra contra Hamás sin concebir una salida en el medio plazo que incluya una solución esperanzadora para la población civil palestina.

Recoger agua para cuando llegue la sequía

Las lluvias de esta Semana Santa llegan con los grandes embalses del Pirineo prácticamente llenos y una alerta por crecidas que se traslada desde los tramos de cabecera, en ríos como el Gállego y el Cinca, para confluir en el Ebro a partir de mañana, lo que obliga a realizar desembalses preventivos. El sistema de pantanos, que tan elevado coste social ha tenido en algunas comarcas, permite almacenar agua para cuando vuelva la sequía.

Paso adelante en investigación científica

El Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón (un centro mixto entre la Universidad de Zaragoza y el CSIC) ha recibido la acreditación Severo Ochoa a la Excelencia Científica, que supone además una financiación de 4,5 millones de euros y la dotación de cinco contratos predoctorales para el periodo 2024-2028. Con este reconocimiento, Aragón entra, de manera oficial, en la ‘primera liga’ de la investigación científica.

El Estado compra un 3% de Telefónica

El Gobierno de España ya es uno de los mayores accionistas de Telefónica. El Estado ha adquirido el 3% del capital de la empresa de telecomunicaciones a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales. Se trata de un movimiento de peso en un momento de tensión, tras la entrada de la saudí STC con el 9,9%. España debe mantener el control de una empresa estratégica en el mercado mundial de telecomunicaciones.

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