‘Perfect days’
Tras los flases, la alfombra roja y la etiqueta de las principales galas cinematográficas, encontramos, opacados por las sonoras ovaciones, películas relegadas a un plano secundario, casi residual.
Sin embargo, hay vida más allá de los galardones y las vistosas celebraciones; uno de esos títulos es la película ‘Perfect days’, dirigida por Wim Wenders y ambientada en Japón. Su protagonista, Hirayama, es un sencillo y bonachón conserje que trabaja en la limpieza de los baños públicos de la ciudad. Su figura desprende la misma energía optimista que Ted Lasso, personaje de la serie de ficción homónima de Apple TV+. Ted ofrece generosidad y corazón, al igual de Hirayama, aunque este la manifiesta desde la contención y la sutileza. ‘Perfect days’ es una película hipnótica y sosegada con una visión claramente humanista. Su protagonista dibuja una sonrisa cada mañana, agradecido, justo antes de subir a su furgoneta y reproducir sus casetes favoritos, repletos de música, especialmente clásicos del rock. Su minuciosidad se manifiesta en su arduo trabajo, en el que se desenvuelve con pasión y diligencia; con ese mismo detalle, observa todo cuanto le rodea y lo inmortaliza con su cámara analógica. Es un hombre parco en palabras, de sencillez y de rutina. Los espectadores nos hemos habituado, dada la saturación audiovisual en ciertos medios, al ritmo trepidante, al ilusionismo narrativo y la sobreestimulación sensorial; se demandan piezas breves para combinar con otras actividades y que no requieran de atención plena. Películas como ‘Perfect days’ son el contrapunto idóneo a todo ello.
Elena Capapé Poves es profesora de la Universidad San Jorge
