Demasiada política

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, tras quedar aprobada la Ley de amnistía, durante una sesión plenaria, en el Congreso de los Diputados, a 14 de marzo de 2024, en Madrid (España). El Pleno ha debatido el dictamen del Proyecto de Ley por el que se regulan las enseñanzas artísticas superiores y se establece la organización y equivalencias de las enseñanzas artísticas profesionales. Este proyecto de ley tiene por objeto la regulación de estas enseñanzas, de sus centros, de su profesorado, así como el establecimiento de los derechos y deberes de los estudiantes. Tras este pleno, el Congreso aprobará la Ley de Amnistía para su remisión al Senado...14 MARZO 2024..Eduardo Parra / Europa Press..14/03/2024 [[[EP]]] [Original: EuropaPress_5825655_presidente_gobierno_pedro_sanchez_vicepresidenta_primera_ministra_hacienda_maria.jpg] //EP// Autor: (20M) AP Fecha: 14/03/2024 Propietario: (HENNEO) EUROPA PRESS Id: 2024-1043981 [[[HA ARCHIVO]]]
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero,
Eduardo Parra / Europa Press

No imaginaba yo en modo alguno que a estas alturas de mi vida llegaría a ver lo que estoy viendo, y me refiero al ambiente político que se ha instalado en España en estos últimos tiempos.

No imaginaba la bronca constante, el cainismo, la histeria, el histrionismo, la radicalidad, la intolerancia y la desvergüenza general en que se mueve nuestra clase política, que hace que a mí y a toda la gente con la que hablo nos de ya asco poner la radio o la tele o leer los periódicos para ver y oír la incontinencia verbal, el verdulerismo y la agresividad con que todo un presidente de mi gobierno se dirige a la oposición en la sede de la soberanía nacional y el templo de la palabra, donde lamentablemente hoy ya no se habla, sino que se vocifera.

¡Qué pena no contar con un presidente del Ejecutivo templado, contenido en el gesto, tranquilo, conciliador, dispuesto al acuerdo y al entendimiento, no excluyente, menos sectario!

Somos una sociedad mediterránea, de sangre caliente, pero este viejo país, que ha sufrido graves heridas en su proceso histórico, debería haber llegado ya a alcanzar la madurez y la estabilidad de una sociedad moderna y educada, con mucho más sosiego y transparencia

Sabemos que somos una sociedad mediterránea, de sangre caliente, proclives a la gresca; pero este viejo país de larga historia y que ha sufrido graves heridas en su proceso histórico debería haber llegado ya a alcanzar la madurez y la estabilidad de una sociedad moderna y educada y merecer mucho más sosiego y transparencia de los que disfrutamos, pero nos están haciendo huir hacia un incierto adelante, mientras se hace irrespirable e insoportable el ambiente convivencial.

Nos inquieta ver a un presidente del Gobierno descompuesto y desaforado actuando en el Congreso de los diputados, a una vicepresidenta enredada en turbios manejos para acabar con adversarios políticos, a ministros que se manifiestan entre el matonismo y el desprecio, y nos sentimos humillados como ciudadanos a los que se priva de la dignidad nacional.

Tengo familiares residentes en varios países de la Unión Europea, y me llaman alarmados inquiriendo qué es lo que está pasando en España, avergonzados de su país y sorprendidos por las noticias que reciben. Soy incapaz de explicarles lo que ocurre, y les digo que se ha instalado entre nosotros una clase política audaz, ambiciosa y capaz de cualquier cosa para ocupar el poder y mantenerlo. Que la esperanza es que los españoles recuperemos la sensatez y podamos remover a estos dirigentes que nos están llevando a ser el ridículo del mundo.

Creo que hay motivos más que suficientes para estar preocupados por el devenir de esta desgraciada nación que se agita en un mar de demasiada política –errónea política, porque política no es esto- que ha llevado al hartazgo a sus ciudadanos y a la perplejidad a quienes ingenuamente creímos y luchamos por que España no volviera a las andadas. Pero es triste pensar que podemos estar caminando hacia la repetición de nuestra historia.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos por José Luis de Arce en HERALDO)

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión