Por
  • Alberto Jiménez Schuhmacher

Habéis ganado

El Casademont Zaragoza femenino celebra la Copa de la Reina de baloncesto
El Casademont Zaragoza femenino celebra la Copa de la Reina de baloncesto
Oliver Duch

El 10 de mayo de 1995 yo tenía 15 años; mi hermano Gus, 19. Iban a retransmitir la final de la Recopa en unas pantallas gigantes en el Pabellón Príncipe Felipe y mi madre le hizo una jugarreta: "Si quieres ir con tus amigos, te llevas a tu hermano". 

Tengo recuerdos imborrables de un pabellón eufórico y pletórico. Acabamos en la plaza de España, por bares del Casco y con un "no le digas a mamá que estamos bebiendo esto" de mi hermano mayor. En el ‘Felipe’ he vivido momentos únicos, especiales, inolvidables, pero ninguno era como el del ‘Gol de Nayim’. Ni siquiera el concierto de Celtas Cortos en su gira ‘Nos vemos en los bares’ cuando cursaba COU (y al que no tuve que llevar a mi hermano pequeño). Nada igualaba al minuto 119 y 40 segundos de esa ‘Final de París’ vivida en Zaragoza, ni dentro ni fuera del ‘Felipe’. Ni la final del Lepanto-Interviú, ni la del US Open que ganó Nadal a Djokovic y que viví en directo. Todo ha cambiado desde hace un año.

El Casademont femenino me hace vibrar, emocionarme y sentir una pasión dentro y fuera del pabellón mayor que si ganáramos de nuevo al Arsenal. En cada partido. ¡Y qué decir de la Copa de la Reina o contra el Cukurova Mersin en casa! Ahora soy más ‘hooligan’ que mi yo macarra de 15 años. Son su fuerza, garra, pasión, trabajo, perseverancia y no dar nada por perdido lo que me engancha. También su rasmia, su manera de rehacerse, ese compañerismo, humildad, cercanía y extraordinarios valores dentro y fuera de la cancha. No solo me gustan como referente para mi hija, son un referente para mí. No sé cómo terminará la temporada, pero para mí ya habéis ganado.

Alberto Jiménez Schuhmacher es investigador ARAID en el IIS Aragón

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión