Por
  • Juan Luis Saldaña

Natalidad y despoblación

Natalidad y despoblación
Natalidad y despoblación
Pixabay

La semana pasada pasamos el mal trago de revisar las cifras de la natalidad en España tras la publicación de los datos provisionales de Instituto Nacional de Estadística. 

Los titulares hablan de un récord histórico a la baja desde 1941, muestran un saldo vegetativo negativo y describen un retraso sensible en la edad de la maternidad. Esta semana ya toca hablar de otros asuntos. 

Al parecer, ni el Gobierno central, ni ningún gobierno autonómico se dan por aludidos. Mientras tanto, nos entretenemos con la enésima mesa redonda sobre despoblación, en la que se especula con teorías de todo tipo y se venden soluciones baratas mientras se crea un monstruo ideológico, hambriento, institucional y con pies de barro. Si alguien pregunta por un modo de aumentar la natalidad en zonas despobladas, la respuesta es la risa o el silencio. La sociedad en la que vivimos se enfoca en el síntoma y rara vez en la enfermedad. Las proyecciones a futuro muestran un panorama complicado para nuestra civilización que habrá que abordar.

Las familias que tienen más de dos hijos empiezan a ser sospechosas de no se sabe qué. No hay piedad ni respeto para ellas. Todo el mundo opina. La situación económica, la presión impositiva, el precio de la cesta de la compra, de los combustibles o de la energía se silencian cada vez más tras estribillos baratos. El exceso de celo de unos y la dejadez de otros hacen que el asunto de la inmigración se haya convertido en un tabú, pero es preciso abordarlo y quitarle cuanto antes las etiquetas. Es un problema real y quizá una solución y no se solucionará mientras siga debajo de la alfombra. 

Juan Luis Saldaña es escritor y profesor

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