Por
  • José Luis Castell

Los lobos y la ganadería extensiva

Ataque a una explotación de ovino en Aragón.
Ataque a una explotación de ovino en Aragón.
H.A.

Hace unas semanas se celebraron unas jornadas en Alcañiz sobre el lobo y sobre lo que sus organizadores denominan "su convivencia con la ganadería extensiva y su importancia para la conservación de nuestros ecosistemas". 

En ellas se comparó el peligro de extinción de estos depredadores con las dificultades que atraviesa la ganadería extensiva, y se instó a los ganaderos a que "asimilen una situación que no es nueva y que va a ir a más". Contaron con la presencia del jefe de Biodiversidad de la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón.

Desde la Plataforma contra el Lobo y el Oso en Aragón queremos dejar claro que hablar de una posible convivencia entre la ganadería extensiva y estos depredadores es una utopía, y pretender convencer a la opinión pública de lo contrario es sencillamente engañarla. El lobo siempre va a atacar al ganado antes que a la fauna silvestre porque es una presa más fácil y lo tiene en su naturaleza.

La convivencia de los lobos con la ganadería extensiva
es imposible

Insinuar que para que esta convivencia sea efectiva los ganaderos tienen que volver a formas de trabajo de hace 70 u 80 años es una tomadura de pelo a nuestro sector y a nuestro trabajo. Es poner por delante el abandono de la actividad al desarrollo del territorio, negar el avance a las personas para favorecer el de las alimañas. Mientras todos los sectores productivos están haciéndose sitio en la era de la digitalización, estas asociaciones conservacionistas, influidas por un buenismo ajeno a la realidad, quieren convencernos a los ganaderos, y a la sociedad en general, de que la convivencia entre depredadores y presas es posible volviendo a formas de vida de hace un siglo.

La ganadería extensiva ha sufrido una abandono enorme por ser poco rentable y muy sacrificada. Muchos de los ganaderos que continuamos con la actividad lo hacemos por vocación y con la esperanza de que la situación mejore. Sin embargo este tipo de propuestas provocan todo lo contrario. Si el lobo se asienta de forma firme en el territorio, lo hará a costa de la desaparición de la ganadería extensiva, incrementando la despoblación. El precio de tener lobos es vaciar nuestros pueblos y dejar los montes yermos.

Si el lobo se asienta en el territorio lo que se conseguirá es aumentar la despoblación

Por esto pedimos a la sociedad que no caiga en la trampa del mensaje fácil de que una convivencia pacífica con el lobo es posible. No lo es. Y pedimos a la Administración pública que actúe en consecuencia. La presencia del jefe de servicio de Biodiversidad como ponente en este tipo de foros nos parece muy grave. Por esta razón, solicitamos al Gobierno de Aragón el cese inmediato de su cargo.

Los ganaderos pedimos el mismo respeto a nuestro trabajo que cualquier actividad productiva de cualquier sector, queremos seguir viviendo de nuestro trabajo, de nuestros animales y no vernos amenazados por un problema que hace poco tiempo no existía y que es completamente evitable. No queremos subvenciones para atajar este problema, queremos soluciones. La presencia del lobo solo es posible en territorios donde esté controlado y no haya ganadería, cualquier otra cosa es engañar a la opinión pública.

José Luis Castell es presidente de la Plataforma contra el Lobo y el Oso en Aragón

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