Móviles pornográficos

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Pixabay

La zaragozana ministra de Educación Pilar Alegría, mira por dónde, va a estudiar el control de la pornografía en los móviles para los menores. ¡Qué cosas! Resulta que el PSOE, abanderado de la pornografía y del amor libre hasta hace bien pocos años, ahora se nos ha vuelto beatorro (para bien, parece) coincidiendo con las consignas eclesiales de toda la vida. 

En realidad, ha recogido las rogativas de los grupos feministas para acabar con la utilización del cuerpo de la mujer, con vistas a conseguir el deleite de los ya incipientes debilitados varones, que casi tienen ahora las mismas dificultades con la mujer en vivo que en los tiempos franquistas. Aquellas que a día de hoy han recogido el testigo del marxismo español, que llevaba la contraria al santurrón de Franco con un festival porno que estalló a la muerte del dictador.

Acordémonos de aquellas revistas con portadas imitando al ‘Playboy’. Entonces las feministas, punto en boca, y los curas bramando contra esa oleada del lujurioso festival. Cosas de la liberación de la censura en la Transición. Ahora son casi inexistentes curas y monjas. Estas últimas solo se dejan ver ya gracias a sus exquisitos dulces. Sus obras de caridad no suenan. Cosas de la descristianización de España, con apenas una 45% de los niños bautizados, y también apenas el 20% de bodas eclesiales. Basta con ver Aragón TV para oír a los aragoneses por el mundo decir que en Baviera, Austria o Italia, la gente "aquí es muy católica".

La corriente, diríamos pacata, ahora no es religiosa, sino feminista. Y todo esto en unos pocos años. Paradojas de la vida. Pero es que los peligros de los móviles es posible que sean tantos ya como las ventajas. Es evidente que poder comunicarnos estemos donde estemos es un gran logro. Incluso, los rescates de personas son algo maravilloso. Los problemas surgen porque la gente se ha acostumbrado a relacionarse con ellos para todo. Es cuando aparece la adicción, que empieza en clase con los pequeños y continúa luego. Es un juguete también para los niños grandes en que nos hemos convertido. Lo que los móviles han contribuido a la infantilización de nuestra sociedad es increíble. Y esa infantilización contribuye también a facilitar la descomunal manipulación de hoy, con el consiguiente frotamiento de manos de los grandes gurús de las nuevas tecnologías.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos en HERALDO por José Luis Mateos)

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