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  • Editorial

La debilidad del Gobierno

Pedro Sánchez, durante el pleno del Congreso reunido excepcionalmente en el Senado, que debate la convalidación de tres decretos del Gobierno con medidas para amortiguar la crisis
Pedro Sánchez, durante el pleno del Congreso reunido excepcionalmente en el Senado.
EFE/Rodrigo Jimenez

Con las cesiones que hizo a la formación de Puigdemont en la sesión parlamentaria del miércoles, el Gobierno de Sánchez profundiza en el error de base de los pactos de investidura. 

Y muestra además su extrema debilidad frente a los separatistas, a la que se añade la falta de coherencia interna mostrada por el voto disidente de Podemos, un partido que en teoría formaba parte de la coalición gubernamental. Sánchez debiera reconsiderar una estrategia que, además de ser perjudicial para el país, solo le garantiza inestabilidad.

El efecto positivo de los decretos leyes convalidados el miércoles, que en parte es real, aunque el contenido podría mejorarse, no justifica que los socialistas vayan aceptando modificar algo tan fundamental como el funcionamiento del Estado y el estatus de los territorios en función de sus necesidades coyunturales de apoyo parlamentario. No es razonable plantear una legislatura con una estrategia que forzará al Gobierno a pagar a cada momento por los votos de un partido como Junts, al que el interés general de España no le preocupa en absoluto. La cesión a la Generalitat de las competencias sobre inmigración –que requerirá una ley orgánica– puede tener efectos negativos sobre las políticas estatales en una materia muy sensible, y puede gestionarse además en perjuicio de otras comunidades autónomas. Tampoco parece justo que el Estado se haga cargo en Cataluña de las subvenciones al transporte público en medida mayor que en las demás regiones. Ni se puede entender que el Gobierno intente señalar a las empresas que abandonaron Cataluña si es mejor que regresen o no. Son medidas que el Gobierno ha asumido por imperativo de Puigdemont y que suponen un claro perjuicio para el conjunto de España. Seguir el juego a los secesionistas, como Sánchez ha decidido hacer, no puede garantizar un Gobierno sólido ni una política sensata dirigida al bien común. Solo en seguro para la inestabilidad.

Infecciones respiratorias

El uso obligatorio de mascarilla en los establecimientos sanitarios es la principal medida acordada hasta ahora para intentar aliviar los efectos de la oleada de infecciones respiratorias, que esta temporada está presionando de manera especialmente intensa el sistema sanitario. Habrá que ver si tiene algún efecto, pero, tomada tardíamente, parece difícil que ponga freno a una epidemia que todavía no ha tocado techo. En Aragón, las autoridades sanitarias han adelantado también la fecha para que la población general pueda vacunarse contra la gripe y tal vez fuera necesario insistir más en la conveniencia de vacunarse. La incidencia de infecciones respiratorias –gripe, covid y otras– ha aumentado en la última semana y llega a 1.330 casos por cada cien mil habitantes. La gran mayoría no son procesos graves, pero un buen número están requiriendo hospitalización. Y agudizan los problemas de saturación en las consultas médicas o en las urgencias hospitalarias.

Seguridad vial

El aumento de accidentes de tráfico en las calles, sobre todo de los atropellos, es motivo de preocupación en Zaragoza y también en Huesca. En la capital oscense se produjo ayer un nuevo atropello, con lo que ya son seis los sucesos en los que han resultado arrollados peatones en solo cuatro meses. Hace falta una reflexión sobre la seguridad vial en las ciudades y un estudio sobre las causas que permita tomar medidas apropiadas.

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