Por
  • Jesús Morales Arrizabalaga

1714 y los desafectos catalanes

1714 y los desafectos catalanes
1714 y los desafectos catalanes
Kirisis'23

Aqué se debe la insistencia del discurso independentista catalán en 1714? ¿Qué pasó? ¿Qué necesitan decir que pasó?

Si analizamos los discursos teóricos en que se apoyan los independentismos más notorios comprobaremos que buscan fundamento en una restitución de un ser auténtico, de un ser natural, del que han sido privados por la fuerza. 

Introducen palabras que sesgan desde el inicio a su favor la discusión. Por citar las principales: colonia, fuerza, nación, restitución, Estado…

Se habla de un ‘punto cero’ en el abordaje de la relación de Cataluña y España (últimamente Artur Mas); personalmente es una idea que me parece útil y difícilmente evitable. El problema es que al no rechazar un discurso que incluya esas palabras mágicas, al cometer el error grave de considerarlas "meras cuestiones terminológicas", su posición de partida no está ni mucho menos en los tacos de salida.

El independentismo ha construido un relato sobre la llegada al trono de Felipe V y sobre la llamada Guerra de Sucesión que deforma interesadamente la realidad
histórica

Muchas de esas palabras tan poderosas argumentalmente (tan discretas) tienen su soporte en esa fecha simbólica de 1714. Hablamos de Felipe V. Resumo mi análisis de lo sucedido:

1. No es correcto afirmar que Felipe V sea rey como consecuencia de su victoria en la llamada ‘Guerra de Sucesión’. Felipe de Anjou es recibido pacíficamente como rey en 1700 en ejecución del testamento de Carlos II. Inicia su reinado con un respeto estricto del ‘statu quo’, reuniendo Cortes de los catalanes y de Aragón.

2. Felipe V es jurado y reconocido como legítimo tenedor de los títulos de rey de Aragón, conde de Barcelona y los demás integrados en la Corona de Aragón. En 1702 se publica una obra en cuyo título se exhiben las ‘Festivas demostraciones con que el… fidelísimo consistorio de los Diputados del Principado de Cataluña celebró la dicha que llegó con la llegada de sus católicos reyes D. Felipe IV de Aragón y V de Castilla, conde de Barcelona…’.

3. Felipe V es conde de Barcelona por sucesión, no sólo por conquista.

4. El primer foco de guerra que pone en discusión títulos de dominio de Felipe de Anjou se produce en Italia en 1702. Sólo a partir de 1705 hay quejas y movilizaciones en algunas localidades catalanas y aragonesas; no son distintas a otras muchas que vienen produciéndose desde el siglo XV. La diferencia es que Felipe V, inexperto y de marcada personalidad bipolar, busca constantemente el cariño y reconocimiento y es sorprendido por lo que interpreta como muestras de desamor, de ingratitud, y reacciona errando en los objetivos y excediéndose en la intensidad. Sólo en ese momento tardío hay autoridades de Barcelona y Cataluña que ofrecen su reconocimiento como legítimo poseedor de los títulos al archiduque Carlos de Austria. Hay una quiebra cruzada de los juramentos recíprocos que se prestaron rey y Cortes; en estas situaciones siempre es difícil identificar quién quebró primero porque son procesos en escala. A estas alturas tampoco importa.

5. La rebelión de muchos aragoneses y catalanes es indiscutible. Pero no hubo rebelión ‘de Aragón’ ni ‘de Cataluña’ porque no existían tales sujetos jurídicos colectivos. La reacción debió ser contra individuos, contra personas físicas. Felipe V actúa con desconocimiento; infiere un daño general desproporcionado que produce irritación duradera.

6. Estas normas que se aprueban entre 1707 y 1716 serán conocidas como Decretos de Nueva Planta. Son una cadena de errores. Pero no es cierto que con ellos se unifique el derecho en España; se conserva la mayor parte del derecho existente en Cataluña; no se aplican apenas leyes castellanas: se aprueban leyes nuevas para Cataluña "al estilo castellano" (sin Cortes).

7. Nunca recibirá Cataluña el trato ni el nombre de ‘colonia’, concepto que es marginal en la Monarquía Española.

8. En 1714 Cataluña no puede perder un estatuto de sujeto jurídico político, de reino o Estado independiente que nunca ha tenido. Ni la Corona de Aragón ni la Monarquía española han sido confederaciones de sujetos colectivos; se forman por agregación de títulos en la mano de una única persona: el rey.

Toda discusión basada en esas premisas queda viciada de antemano

Entre 1707 y 1714 pasaron muchas cosas, pero no como se cuentan en el monólogo mendaz del independentismo que aceptan disciplinadamente los interlocutores que esperan generar diálogo y convivencia. Todo el discurso que arranca de esa lectura sesgada queda contaminado; invalidado.

Habrá que buscar otras justificaciones para el innegable desafecto de tantos catalanes hacia España. ¿Cuánto ha sido inducido y engrosado desde Cataluña?

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