Por
  • Joaquín Palacín Eltoro

Cuatro meses y un presupuesto menos

Celebración del pleno de las Cortes de este jueves.
Cuatro meses y un presupuesto menos
Guillermo Mestre

Nos sorprendió Jorge Azcón cuando en su discurso de toma de posesión, allá por el mes de agosto, afirmó que "ya le quedaba un día menos" como presidente del Gobierno de Aragón. Superados los cuatro meses de su gobierno recordamos estas palabras porque queremos que se cumplan cuanto antes.

Los politólogos coinciden en la imposibilidad de hacer magia en los primeros meses de cualquier gobierno, pero indican que sí pueden servir para anticipar su agenda de planes y proyectos. Este primer periodo del Gobierno de Aragón ha roto todos los moldes, mostrando lo perjudicial que va a ser esta etapa para la sociedad. Máxime si está basado en el apoyo de quienes no creen en el autogobierno de Aragón, de negacionistas del cambio climático o de la violencia machista, que denuestan nuestras lenguas propias. Por otra parte, hay evidencias para afirmar que nunca nadie ha causado tanto daño en tan poco tiempo en la segunda institución de Aragón, la presidencia de las Cortes.

La pérdida de las formas democráticas ha sido notoria, pero también en el fondo, porque se ha importado el modelo de confrontación permanente de Isabel Díaz Ayuso a la política aragonesa. Ha venido una preocupante, marcada e interesada acción partidista, centrada en todo lo que ocurre en la política de Madrid. Se está priorizando lo de fuera a la resolución de los problemas de Aragón, como se ha visto en casi todos los debates de nuestras Cortes.

Y la guinda del amargo pastel ha sido hacer coincidir sus primeros cien días de gobierno con el anuncio de trámites para derogar la Ley de memoria democrática de Aragón. El 20 de noviembre, Día Mundial de la Infancia y Día de la Memoria Trans, lo convirtió este Gobierno en la fecha en la que pasamos de lo indigno que supone derogar una norma de reparación y justicia con quienes sufrieron la represión de la dictadura, a lo indignante que es elegir precisamente ese momento para exponer, sus intenciones.

Se está priorizando lo de fuera a la resolución de los problemas de Aragón,
como se ha visto en casi todos los debates de nuestras Cortes

Estamos ante un Gobierno de Aragón que ha sido capaz de crear problemas donde había soluciones, como con la escuela de Caneto, en una zona del Pirineo aragonés donde se ha consolidado un proyecto de revitalización del medio rural que han cerrado. Y donde teníamos un festival cultural, como el Periferias de Huesca, de prestigio y vanguardia, ahora se justifica su supresión ni más ni menos que por parte del vicepresidente primero del Gobierno de Aragón, Alejandro Nolasco, por "motivos ideológicos".

Y de sus modos, malos, a sus primeros Presupuestos, para 2024, donde ejemplifican lo que es este conglomerado de derechas y sus enjuagues. Se aprueban políticas fiscales que favorecen a los que más tienen, con una reducción de las partidas destinadas a la investigación y una apuesta clara por el modelo de conciertos-privatizaciones en los sistemas públicos más esenciales, los sanitarios, los sociales y los educativos. Decisiones que, sin duda, generarán unas mayores desigualdades territoriales con un crecimiento de la brecha económica en la sociedad. Sin olvidar los recortes presupuestarios a las políticas de cooperación.

Ante esta situación tenemos el derecho y el deber de constituir una alternativa política aragonesista de progreso, capaz de crear redes de encuentro constante con el tejido social, de impulsar nuevas propuestas políticas capaces de dar respuesta, desde la izquierda, a las demandas cotidianas. De hacer, en este periodo de oposición, una crítica con argumentos y datos, frente a la demagogia de las derechas. Sólo así, con hechos y razones, conseguiremos que esta etapa sea, como lo fueron en su momento las de Santiago Lanzuela y de Luisa Fernanda Rudi al frente del Gobierno de Aragón, de solo una legislatura.

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