Por
  • Juan Antonio Gracia Gimeno

Un aragonés en la Curia vaticana

Fernando Arregui, ante el altar de San Gil.
Fernando Arregui, ante el altar de San Gil.
Oliver Duch

Es posible que la noticia del traslado del doctor Fernando Arregui a Roma para trabajar en la Curia vaticana haya suscitado sorpresa en la comunidad católica aragonesa. En efecto, hace apenas un año había tomado posesión de la parroquia de San Gil de Zaragoza y, como es natural, don Fernando todavía andaba, contento y feliz, conociendo su nuevo destino y pergeñando el organigrama de su recién estrenada parroquia, cuando se hace público un nombramiento que nadie, ni siquiera él mismo, esperaba.

Nacido en Zaragoza el 24 de marzo de 1966 y ordenado sacerdote el 16 de octubre de 1993, los primeros pasos de su ministerio pastoral transcurrieron por tres parroquias de la capital: Nuestra Señora de Begoña en Delicias, Sagrado Corazón de Jesús en Miraflores y San Miguel de los Navarros en la calle del mismo nombre.

Todo parecía indicar que su itinerario sacerdotal seguiría por el camino emprendido cuando, en junio de 2015, el arzobispo monseñor Vicente Jiménez Zamora lo nombró rector del Seminario que, a la sazón, atravesaba una etapa convulsa, agravada por una profunda crisis de identidad. Recuperada la normalidad en tan importante institución diocesana y renovado todo el equipo directivo, el doctor Arregui rogó al actual arzobispo que le relevara y monseñor Carlos Escribano lo nombró en 2022 párroco de San Gil.

En cualquier caso, estamos ante una excelente noticia que honra a la Iglesia aragonesa al ser requerido por la Santa Sede uno de sus sacerdotes más valiosos y queridos en nuestra diócesis para trabajar dentro de la estructura de la Congregación de Obispos, sin duda un dicasterio de excepcional importancia.

El brillante expediente académico (premio extraordinario fín de carrera y doctor en Derecho por la Universidad Pontificia de Salamanca y por la de Zaragoza), la experiencia docente y la praxis pastoral de Fernando Arregui permiten augurar que la competencia, la eficacia y la responsabilidad le acompañarán en el desempeño de la misión recibida.

La alegría de este nombramiento se ve matizada porque su marcha de nuestra diócesis conlleva la creación de un vacío muy difícil de llenar, habida cuenta de los numerosos cargos y las variadas parcelas de la actividad apostólica y magisterial del doctor Arregui. Mencionaré solamente algunos que siguen vigentes.

Fernando Arregui, párroco de San Gil y capellán del Real Zaragoza, ha sido nombrado por el Vaticano para un relevante cargo en la Congregación de Obispos

En la actualidad es párroco de San Gil abad, en el Creta (Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón) y en el Instituto ‘Nuestra Señora del Pilar’ es profesor de Derecho Canónico y de Metodología Científica. Asimismo es vicario judicial de 2ª instancia en la Curia diocesana de Zaragoza, consiliario de la Junta Coordinadora de las Cofradías y Hermandades de la Semana Santa de Zaragoza, asesor religioso del Stadium Casablanca y capellán del Real Zaragoza C. F.

Sacerdote de sólida formación, en perfecta sintonía con el pensamiento y la palabra del papa Francisco, discreto y prudente, siempre disponible y acogedor, opina y actúa con libertad y buen criterio.

Suerte, hermano, en este inesperado pero esperanzador giro en el camino de tu vocación.

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