Adjunto a la Dirección de HERALDO DE ARAGÓN

Hijos de la promesa

Israel, Gaza y Cisjordania son una zona de alta tensión política y militar desde 1948.
Israel, Gaza y Cisjordania son una zona de alta tensión política y militar desde 1948.
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La Biblia explica el conflicto más virulento y prolongado de nuestra era, el palestino-israelí. El Antiguo Testamento narra lo que Jehová prometió a Abraham: «Yo daré esta tierra a tu descendencia» (Génesis 12, 7). Abraham (Ibrahim en árabe) tuvo dos hijos. Primero Ismael, nacido de Agar; después Isaac, nacido de Sara. Según la tradición, los judíos son los descendientes de Isaac y los árabes, los de Ismael. La discordia surge porque los judíos se consideran los únicos herederos auténticos ya que Sara era la esposa legítima del patriarca, mientras que Agar era una sierva egipcia. Los árabes contestan que Ismael era el primogénito, por lo que tiene prioridad sobre Isaac y, en consecuencia, son ellos los ‘hijos de la promesa’ hecha por Dios a Abraham.

Los estudios científicos también confirman que israelíes y palestinos son genéticamente hermanos y que comparten un ADN común y los mismos antepasados. Judíos y árabes son hijos de Abraham y todos ellos han preservado sus raíces genéticas de Oriente Medio durante más de 4.000 años.

La cuestión es que, si israelíes y palestinos son hermanos según dice el libro sagrado y según demuestra la genética, ¿por qué se siguen matando? La respuesta también está en el Antiguo Testamento. Caín dijo a su hermano Abel: «Vamos afuera». Y cuando estaban en el campo, se lanzó Caín sobre su hermano Abel y lo mató (Génesis 4, 8).

Los hermanos se matan entre ellos; lo dice la Biblia y no hace falta que lo confirme la ciencia, basta con leer hoy los periódicos.

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