Por
  • Pilar Clau

¡Qué fácil parece!

Ampliación de la portada de '¿A dónde vas Labordeta?', con dibujos de Azagra y coloreado de Encarna Revuelta.
Ampliación de la portada de '¿A dónde vas Labordeta?', con dibujos de Azagra y coloreado de Encarna Revuelta.
GP/Azagra/Revuelta.

Le pedí al dibujante Carlos Azagra que me dedicara el cómic ‘¿A dónde vas Labordeta?’, que ha dibujado con un ingenioso guion de Daniel Viñuales y que Encarna Revuelta ha hecho vibrar con sus colores. Sentado delante de mí, se puso a hacer trazos rápidos que en un instante se ensamblaron y se convirtieron en Labordeta. ¡En un instante! ¡Un Labordeta de cuerpo entero! 

Caminando con su mochila y su bastón. ¡En un suspiro lo dibujó! Al ver que lo delineaba con tanta facilidad, cuando llegué a casa me puse yo también a dibujar labordetas. Trazos y trazos, deprisa, despacio… De mil maneras probé. Nada. No me salió. ¿Cómo lo hizo él? ¿Magia? No, Azagra no es un mago, es un dibujante.

"¡Qué fácil!" es el pensamiento que asalta siempre que se reconoce algo tan bien hecho, tan deslumbrante que oculta el esfuerzo que hay detrás. Él dice que no le gusta la perfección y que sólo se deja ir. ¿Es inspiración? No, es arte. El arte no resulta sólo de la inspiración ni de un don con el que se nace, el arte es fruto de una exquisita sensibilidad pulida, y pulir exige dedicación, trabajo y vigor. Requiere fracasar, reponerse y aprender de los fracasos, reiterar el esfuerzo y no abandonar.

Son imprescindibles la aplicación y la tenacidad para que un dibujo, un texto, una danza… parezcan sencillos en esencia. Trazos, palabras, movimientos que se armonizan y configuran un todo extraordinario. Es muy difícil hacer que las cosas difíciles parezcan fáciles. Detrás de cada obra fácil en apariencia hay talento, entrega, valentía y sentimiento. Todo y más.

Azagra se deja ir cuando dibuja, se deja ir por su talento, y un talento, un don, una habilidad se hace grande con perseverancia y con ahínco. Un gran talento encuentra su felicidad en ejercerlo, en dejarse ir y fluir con uno mismo y con la vida, volar. Las alas las proporciona el sentimiento. Azagra conoció y admiró a Labordeta. Encarna Revuelta dice que para encontrar el color, antes hay que interiorizarlo.

También la realidad se hace arte a veces, porque hay artes que se expanden y convierten en obra de arte la experiencia. Así ocurrió con la presentación del cómic. Labordeta aspiraba a volar más que a dejar huella. Aun así, su huella es imborrable y sus alas hacen que sobrevuele cada vez que se piensa su nombre. Allá vuela ahora, con Eloy, con Félix; allá, en el cielo de Aragón tan bello.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión