Jorge Azcón tomó ayer posesión del cargo de presidente del Gobierno de Aragón prometiendo ambición, ilusión y esfuerzo para construir un futuro mejor, una tarea para la que quiere movilizar todas las energías de la sociedad aragonesa.

Son buenas intenciones que tendrán a partir de ahora que plasmarse en la realidad de los hechos. Ha nombrado para ello a un equipo de diez consejeros, dos de ellos con rango de vicepresidente y en total seis hombres y cuatro mujeres, que tendrán que ponerse a trabajar cuanto antes.

El Gobierno contará por primera vez con dos vicepresidencias, la primera para Vox, con Alejandro Nolasco, y la segunda para el PP, con Mar Vaquero, que hacen patente que se trata de un Ejecutivo de coalición. La segunda consejería de Vox, Agricultura, la desempeñará un agricultor y dirigente de Asaja, Ángel Samper, que no tendrá la responsabilidad clave del Inaga, al haberse desgajado Medio Ambiente. Para los departamentos asignados al PP, Azcón ha nombrado a personas con una larga trayectoria política en el partido, Roberto Bermúdez de Castro, Octavio López, Manuel Blasco y Carmen Susín, además de Vaquero; junto a otras que cuentan con experiencia de gestión como José Luis Bancalero y Tomasa Hernández, además del fichaje de la profesora Claudia Pérez Forniés para Educación y Universidad. Azcón, que resaltó la voluntad de defender el Estatuto y la Constitución, expresó su compromiso de trabajar con ilusión y de «estimular» a todos para poner en marcha grandes proyectos. El nuevo Gabinete tendrá que ponerse a la tarea de inmediato, pues el retraso en la investidura tenía atascados asuntos que precisan decisiones rápidas. Y los desafíos a los que se enfrenta la Comunidad son difíciles, y van a requerir que el Gobierno se centre en la buena gestión y en la resolución de problemas, abriendo vías de diálogo y de colaboración con todos los sectores sociales.