Por
  • Francisco José Serón Arbeloa

Modo vacaciones

“No hay que olvidar que, en vacaciones, hay que buscar a lo largo del día ese tiempo y espacio en los que debemos ser y estar con nosotros mismos”
“No hay que olvidar que, en vacaciones, hay que buscar a lo largo del día ese tiempo y espacio en los que debemos ser y estar con nosotros mismos”
Krisis'23

Estamos en la época estival y, para aquellas personas que tenemos vacaciones, son días sin carga profesional, en los que podemos explayarnos en la realización de actividades que en el resto del calendario ya sea por tema familiar o laboral no podemos llevar a cabo. Actividades posibles hay muchas, algunas tales como: huir del lugar habitual viajando, dedicarle tiempo a nuestra pareja, hacer deporte, disfrutar de días soleados y noches estrelladas, sentir el viento en la cara, nadar, pasear, tumbarse en la hierba, perseguir grillos, etcétera. Como ven la riqueza de planteamientos es muy grande y los objetivos que queremos alcanzar también, los unos intentando disfrutar de la familia planificando actividades juntos; otros pensando en un disfrute caracterizado por mucho descanso y desconexión, y aquellos otros buscando una aventura inolvidable. Fantasear con lo que va a ocurrir, cómo nos vamos a sentir o con las cosas que podemos hacer es inevitable, no hay nada de malo en ello. Pero es evidente que sea lo que sea las tenemos que promover intencionalmente. No basta sentarnos a esperar que el ambiente, por sí solo, nos proporcione una serie de experiencias purificadoras, ya que después de una semana habrán desaparecido las novedades.

Aunque teóricamente en unas buenas vacaciones se supone que no se tiene nada que hacer, y se tiene todo el día para hacerlo, la tarea de ponerse en modo vacaciones no es nada fácil. Si somos más de uno, hay que buscar consensos, además todos los integrantes debemos ser conscientes de nuestras tareas y responsabilidades para evitar la sobrecarga de obligaciones en alguno de los miembros. Por otro lado, hay que mantener un delicado equilibrio en relación con que no hay que abusar de la planificación, ya que esa tarea puede ser contraproducente y agotadora. Y no hay que olvidar que hay que buscar a lo largo del día ese tiempo y espacio en los que debemos ser y estar con nosotros mismos.

Por último, todo lo dicho, que serviría para todos los veranos de nuestras vidas, ahora se complica, ya que vivimos en el mundo de la información y de la interconexión, por ello no estaría de más recordar que a la mayoría de todos nosotros nos ha surgido un nuevo apéndice denominado móvil, dicen que es inteligente y muy entrometido, por lo que no es una mala idea cogerlo y ponerlo también en modo vacaciones, reduciendo y ocultando al máximo las conversaciones rutinarias y las notificaciones con el resto del mundo de una manera selectiva. Sean magnánimos consigo mismos, no hace falta que tiren su móvil al mar o a un precipicio, recuerden que es un objeto altamente contaminante y a la vuelta posiblemente lo volverán a necesitar. Este consejo no es baladí, incluso cuando ustedes se toman un descanso de la tecnología, la tecnología no se toma un descanso de ustedes.

Ahora bien, el deseo de tomar perspectiva y pasárselo bien, desconectando y desentendiéndonos de ese mundo habitual de todos los días, no nos debe hacer olvidar que, estemos donde estemos, cuando estemos y con quien estemos, nosotros seguiremos siendo los generadores de sentimientos, emociones, desequilibrios y contradicciones, tanto para nosotros mismos como para los demás. Por ello, sean generosos e intenten ser simpáticos, amables y cariñosos, aunque a veces no les salga. El resto de la humanidad se lo agradecerá.

Y como la risa son unas vacaciones instantáneas (Milton Berle), ahí les dejo un chiste de Forges muy simple. Dos personas están en una habitación, una de ellas tumbada y leyendo, y el otro que está de pie le pregunta: "Hola, ¿qué haces?". El lector responde: "Leer", a lo que sigue una nueva pregunta del personaje que está erguido: "¿Por?".

Y ahora yo me meto en el chiste y le respondo al personaje que está de pie: "Ten en cuenta que las personas que leen en vacaciones siempre lo pasan bien, porque un libro y lo que cuenta, sea lo que sea, es un escape total, físico y mental; es decir, que cuando leen están de vacaciones".

Francisco José Serón Arbeloa es catedrático de la Universidad de Zaragoza

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