Fortalezas y riesgos
La presentación del número 79 de la revista ‘Economía Aragonesa’, que edita Ibercaja, sirvió ayer para que desde la entidad financiera se destacase la fortaleza mostrada por la economía de la Comunidad ante las sucesivas crisis de los últimos años.
En esa resistencia ha tenido un papel fundamental la capacidad de adaptación de las empresas y el buen comportamiento del mercado de trabajo. No obstante, hay riesgos en el horizonte que no son preocupantes pero se deben tener en cuenta, como la necesidad de asumir la inminente vuelta de la Unión Europea a las normas de responsabilidad fiscal.
La última entrega de la revista incluye un especial que analiza la nueva movilidad y los retos que supone para la sociedad. Su presentación en el Mobility City incide en la voluntad de convertir este espacio en un centro de referencia para los estudios y debates sobre este importante aspecto de la transición ecológica en la que está comprometida toda Europa. Pero el actos sirvió también para analizar las circunstancias presentes de la economía aragonesa y española. Una situación en la que hay que destacar tanto los puntos fuertes como las posibles amenazas del futuro próximo. Según el director de Comunicación de Ibercaja, Enrique Barbero, buena parte del mérito de la capacidad de resistencia mostrada por la economía ante las crisis planteadas por la pandemia y por la guerra de Ucrania está en la evolución de las empresas aragonesas, que han sabido adaptarse mediante la internacionalización, la diversificación y la especialización de sus actividades. Un entorno político estable y que proteja ese tejido empresarial, que crea riqueza y empleo, es necesario y tiene que ser uno de los objetivos de los nuevos gobiernos tanto de Aragón como de España. Que además tendrán que asumir en sus políticas la estabilidad financiera que la Unión Europea va a requerir de nuevo a partir del próximo año.
